Hay ocasiones en la vida en que nos sentimos muertas, sin vida, sin propósito… Lentamente vamos sintiendo como si nos sumergiéramos en un sueño profundo, vemos a nuestro alrededor como si nos estuvieran pasando una película en la cual no figuramos. Sobrevivimos por inercia, porque realmente no encontramos una razón para levantarnos cada día de la cama. Seguimos con nuestra rutina pero cual robots programados, sin emociones positivas que nos alienten a continuar.
¡No te rindas! Lo que tienes que hacer es sacar la guerrera que habita en tu interior y empuñar la espada pero para cortar en mil pedazos los pensamientos que te atan al pasado o al futuro, pues son la causa de tu estado de inercia, de tu desconexión con el presente.
Si vivieras plenamente en el presente, no perderías el control. Por lo tanto, cada vez que tus pensamientos quieran sacarte de contexto, pregúntate y respóndete:
¿Dónde estoy? AQUI.
¿Qué hora es? AHORA
¿Quién soy? ESTE MOMENTO
Y entonces, con todos tus sentidos, percibe lo que te rodea, no solo veas a tu alrededor, sino OBSERVA con detenimiento, cada cosa, cada persona, cada movimiento (te aseguro que verás cosas que nunca antes habías visto en el mismo lugar), respira hondo, ABSORVE el alma del momento, ESCUCHA, cada sonido, cada murmullo, SIENTE en tu piel, el calor o el frío, la humedad, el viento rozarte.
VIVE en el presente, el presente es el único tiempo que hay. Olvida el pasado y el futuro. El pasado ya pasó, no nos puede afectar. El único significado de cualquier cosa que pertenezca al pasado es que nos trajo aquí. Lo único que es real en el pasado es el amor que dimos y el que recibimos. El pasado no es más que una idea ilusoria que sostenemos, TODO está literalmente en nuestra mente. Pide que en tu mente no queden más que pensamientos de amor acerca del pasado y que todo lo demás desaparezca.
El Universo te provee a cada instante de una hoja en blanco, date el permiso para volver a empezar. No hay manera de que sepas lo que va a suceder mañana o dentro de 10 años, si hoy vives con el corazón abierto, el mañana se cuidará de sí mismo. Jesús dijo: “No os afanéis por el día de mañana, que el día de mañana traerá su propio afán”.
Si mantienes tu mente en el pasado, ella te hará percibir tu presente en base a lo que ya viviste, interpretarás de la misma manera en que recuerdas los eventos que ya sucedieron. Estarás construyendo un futuro similar al pasado.
Todo pensamiento que implique JUZGAR nos mantiene atadas al pasado. Todo pensamiento de apego nos mantiene con la mano tendida hacia el futuro.
¡Nos merecemos una vida nueva, UN NUEVO COMIENZO! Una vida que no esté contaminada por ninguna negrura del pasado, ¡tenemos derecho a esa plena liberación!
Abandonar el pasado, dejar de ver el futuro, contemplar el presente sin condenación ni preocupación, eso es… RENACER… VOLVER A COMENZAR.
Carola Estrada
Psicología del Despertar
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