SOBRE LAS AMAZONAS

800px-Peter_Paul_Rubens_007.jpg Amazonas en guerra, Rubens picture by diversescorpio

Obra de Rubens

amazonas1.jpg amazona picture by diversescorpio

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Se dice que “Herodoto“, fue el primero en mencionar a las amazonas, él fue una especie de periodista del siglo V a.C. que a falta de cámara fotográfica o de máquina de escribir, dispuso de una memoria prodigiosa. En ella captó todo lo que escuchó y vio en sus correrías por Egipto y el cercano Oriente.

En su famosa obra “Los nueve libros de la História”, describió a un pueblo oriundo del Cáucaso, formado por mujeres guerreras, sumamente valientes, que ocuparon lo que es hoy Turquía. Fueron los griegos quienes bautizaron a estas mujeres con tal apelativo.

Resulta que la palabra amazonas debe buscarse en una peculiaridad de las damas que Herodoto afirmó con sus propios ojos, el termino podría traducirse como “sin seno”, de ahí que los griegos las bautizaran con el nombre de amazonas, término que proviene de la raíz a (sin), y de la palabra mazon (seno): sin seno, las guerreras se cortaban la parte derecha del torax o las reducían de tamaño propinandose golpes severos, paa que no les estorbara a la hora de empuñar el arco y disparar las flecha a cuantos enemigos se les cruzara.

En cuanto a la aceptación por los hombres, de vez en cuando se iban de cacería atrapando a algunos jovenes que no estuvieran mal, se lo llevaban al poblado y los invitavan a contribuir con un granito de arena para perpetuar la especie. Una vez embarazada las mujeres mandaban a volar al esposo ocasional o le daban muerte para que fueran aprendiendo a respetar el régimen de matriarcado por ellas implantado.

Cuando se encontraban embarazadas, esperaban molestas las futuras mamás hasta que naciera el bebe, ah pero si este nacía varón lo abandonaban en el desierto o lo arrojaban con las fiers, para que no resultase un estorbo, pero si nacia mujer, la mamá y las amigas se encargaban desde temprana edad a ocuparse de su adiestramiento, hasta convertirla en una mujer apta para la guerra.

Estas guerreras amazonas se pierden por un tiempo, quizas por que triunfó el cristianismo, que comenzó a mirar con malos ojos a las mujeres que no sabían ocuparse del hogar y dar hijos al mundo. Pero en el siglo VIII, surgieron de nuevo las mujeres guerreras en la Europa Central, estaban estupendamente organizadas en lo civil y lo militar, en aquella época, ellas se estaban preparando, organizandose en grupos para luchar contra los hombres, esto no fue agradable.

Una de aquellas mujeres singulares y la última reina de las amazonas cuyo nombre fue Vlasta, pasó a la história por que mantuvo en jaque al duque Przmislas durante 8 años en la región de Bohémia. Al principio el duque tomó en broma aquellos ataques de la mujer, finalmente se enojo al ver que pasaban los años y las damas no se calmaban y decidió lanzar a su ejercito contra el castillo que a ellas albergaba. Viendo Vlasta y sus compañeras que la situación estaba perdida, comenzaron a degollar a los jovenes prisioneros que guardaban como oro en paño y tiraron los cuerpos decapitados desde lo alto de la muralla, a continuación abrieron el portal y se lanzaron a pelear la que sería su última batalla contra los soldados del duque.

Aquí se acabaron para siempre las amazonas en la región central de Europa.

Tal vez en ellas pensaba el conquistador español Francisco de Orellana cuando en el año de 1542, se encontró frente a una mujeres belicosas a orillas de un rio tan ancho, que apenas lograba ver la orilla del otro lado, esto dió el nombre a este rio con el nombre de Amazonas.

Interesante história de la mitología griega que data de siglos atrás y que hoy en día está mas cerca de la verdad sobre su existencia al haberse encontrado hace algún tiempo datos arqueológicos físicos de un osario formado por una gran cantidad de momias de mujeres al sur de Rusia.

Ocultas bajo gruesas capas de tierra, las supuestas tumbas amazónicas fueron halladas por los arqueólogos en la frontera con Kasajstán, en las proximidades de Potrowra. Se calcula que datan del siglo VI a. C. y corresponden a los saromasianos, pueblo nómada y pastor de origen iraní que habitó la región.

La arqueóloga estadounidense Jeanine Davis Kimball, quien ha examinado cerca del 50 por ciento de estas tumbas, descubrió que mientras algunos hombres fueron sepultados con utensilios domésticos como vasijas y ollas, los objetos funerarios de las mujeres eran armaduras de caballería.

Siete de estas momias jóvenes mostraron extremas características militares. En sus tumbas también se encontraron afiladas flechas de bronce, largos puñales de hierro, espadas y piedras para afilar sus hojas.

En 1994 se hallaron los restos de una mujer de aproximadamente 13 ó 14 años. Los huesos arqueados de sus piernas indican toda una vida a caballo. Las decenas de puntas de flecha encontradas a su lado, sugieren que fue sepultada con una aljiba con flechas.

Esto es tan solo un resúmen de estos seres importantes dentro de la estructura de la vida que hemos venido compartiendo por siglos, de la mitología a la realidad.

Las Amazonas

Las Amazonas eran un grupo de mujeres guerreras, supuestamente hijas de Ares, dios de la guerra, siendo su madre en la mayoría de los casos, Harmonía. Se gobernaban, en su reino situado a las orillas del río Termodonte, en Capadocia, sin la presencia de varón alguno, teniendo como poder máximo una reina elegida periódicamente entre ellas. Sólo se reunían una vez al año con hombres extranjeros con el objetivo de perpetuar la especie. Si los bebés nacidos eran varones, los mataban, o, en muy pocos casos, los entregaban a sus respectivos padres. Parece ser que a las niñas, cuando se desarrollaban, se les cortaba o quemaba un pecho para que pudieran manejar mejor el arco. Esta creencia se basa en el hecho de que, en griego, su nombre significa "sin senos". Sin embargo, no existen imágenes que corroboren esta versión. Las Amazonas, cuya existencia parece tener fundamentos históricos claros, rendían un culto especial a la diosa Ártemis, pues la consideraban su afín, al ser ésta cazadora y virgen. Existen varios acontecimientos en los que se cree participaron las Amazonas: la invasión de Licia, siendo rechazadas por Belerofonte; la invasión de Frigia; la lucha contra Heracles por el cinturón de Hipólita, reina de la tribu; la ayuda a Príamo en la guerra de Troya siendo reina Pentesilea y una expedición a la isla de Leuce, entre otras aventuras. Según algunas versiones fueron las fundadoras de ciudades como Cime, Éfeso, Esmirna y Pafos.

Las Amazonas, según aparecen en los poemas Homéricos, eran una horda de mujeres guerreras, que luchaban contra los hombres, y cuyos conflictos eran temidos incluso por los guerreros más bravíos.

Parece ser que sus territorios se extendían tradicionalmente en la zona del río Tanis (hoy río Don) pero que Afrodita, disgustada por sus rudas actidudes, las obligó a trasladarse a Capadocia. Sin embargo, se dice que podrían haber vivido en otros lugares, como son el Oeste de Asia Menor, en Tracia, e incluso Libia, Egipto o Siria.

Su forma de vida.

En el siglo V a.C., el historiador griego Herodoto informó de que una mujer guerrera cabalgaba por las estepas del sur de Rusia. De acuerdo con él, los griegos vencieron a las Amazonas en la batalla de Termodón e hicieron muchas prisioneras. Durante el viaje a casa por mar, las mujeres mataron a sus captores, tomaron el barco y se adentraron en una tormenta. La tormenta las llevó a la orilla, donde se encararon con otro ejército, los Escitas. Los Escitas hicieron la paz con las Amazonas y tuvieron hijos con ellas.

El resultado fue una sociedad matriarcal. De acuerdo con Herodoto, los Escitas llamaban a las Amazonas "Oiorpata", asesinas de hombres. Las mujeres controlaban su sociedad, y tenían dos reinas, una para la defensa y la otra para las tareas domésticas. Las dos compartían el gobierno. Las mujeres usaban las armas no sólo para defender su propia tierra, sino también para hacer numerosas conquistas en los territorios vecinos. Ellas peleaban a pie y a caballo, llevando escudos de medialuna y empuñando lanzas, arcos, hachas de batalla y espadas.

La leyenda dice que las Amazonas fueron las primeras en montar a caballo. Las Amazonas se llevaban bien con los caballos y con sus veneradas yeguas. Muchas Amazonas tenían en sus nombres la palabra hipo, que significa caballo. Cabalgaban tan bien, que eran conocidas por ello en toda la región. Podían bailar encima del caballo, levantarse cuando iban a galope, saltar de un caballo a otro y saltar sin silla a través del fuego.

Las Amazonas eran fuertes creyentes en la energía mística y sobrenatural. Además de ser las primeras en montar a caballo, también lo fueron en usar el hierro. Podían destruir poblaciones enteras de hombres adultos, y no había defensa contra ellas. Su vestimenta consistía en una corta túnica ceñida para la acción, frecuentemente abierta en un lado para exibir la figura de la mujer. El objetivo no era enseñar a los extranjeros que vestían un atuendo fantástico, sino indicarles explícitamente que aquellas mujeres estaban guerreando contra los hombres. También llevaban capas de piel de pantera y armaduras.

Las Amazonas estaban orgullosas de sí mismas. Adoraban firmemente a su Diosa. Ellas no se doblegaban ante ningún hombre por ninguna razón. Si la historia las ha recordado es porque las gustaba la guerra y odiaban a los hombres, consideraban que debían perseguir a las culturas estríctamente patriarcales de los hombres y matarlos por sus creencias. Las Amazonas rehusaban a perder su libertad y sus derechos, por consiguiente, ellas eran consideradas como peligrosas y antinaturales. Su extinción fue producida a causa de los Griegos y otras sociedades patriarcales que iban en contra de que esas mujeres se defendieran tan fieramente por conservar sus derechos. Toda mujer necesitaría aprender a ser una Guerrera Amazona cuando fuera necesario.

Las Amazonas: ¿hecho o ficción?

Hay un sitio arqueológico en Kazakhstan en el que se han encontrado enterramientos que podrían ser los de unas mujeres guerreras. Las mujeres fueron enterradas con armas. Hay pruebas que nos permiten saber si una mujer era ama de casa o sacerdotisa. Si estas mujeres fueron enterradas con armas, esto nos hace suponer que ciertamente participaron en las batallas. Los huesos curvados de la pierna de una mujer, atestiguan que se pasaron la vida montando a caballo; esto es una prueba de la participación de mujeres en actividades hechas para los Griegos. Así, se demuestra que dominaron al hombre. Una punta de flecha junto al cuerpo de otra mujer, que aparentemente fue la causa de su muerte, es una prueba directa de la participación de las mujeres en la batalla.

La existencia de mujeres guerreras está también apoyada por un descubrimiento en 1972 en la ciudad de Ordzhonikidze en el sur de Ucrania, de la tumba de un hombre, una mujer y un infante aparentemente pertenecientes a una casta real. Las armas enterradas al lado de la mujer nos dan pruebas otra vez de la participación de la mujer en la batalla. Esto una vez más apoya la teoría de que las mujeres fueron ciertamente guerreras en las culturas antiguas, pero esto no es una prueba de que sea la misma cultura que las Amazonas. El entierro de un hombre y de un infante con la mujer en lugar de esto, nos da una prueba de una cultura basada en la igualdad entre hombres y mujeres, antes que una en la cual la mujer dominara la cultura. Este sitio, como el de Kazakhstan, no prueba la existencia de las Amazonas, sino de una cultura en la cual las mujeres participaban en las batallas.

No hay pruebas de la existencia de sitios arqueológicos de la cultura de las Amazonas, sino que hay algunas pruebas indirectas de sus ocupaciones en la casa, según nos describe Herodoto, en la boca del río Thermodon. En ese sitio, ha sido descubierto un gran montículo que podría haber servido como base de una fortificación, así como también una extraña apertura que podría haber servido para un ritual o un propósito religioso. Esto probablemente signifique que el sitio estuvo ocupado en algún punto, pero saber si era o no la cultura descrita por Herodoto, es imposible.

La conclusión de todo esto es que mientras había razas de mujeres guerreras en la antigüedad, es muy probable que no se tratasen de las Amazonas que odian a los hombres, según la leyenda. Más bien, se trataría de una sociedad en la que las mujeres tuviesen los mismos derechos que los hombres, una sociedad en la que la mujer luchase en la batalla junto al hombre, y en la que el hombre ayudase en las tareas del hogar a la mujer. Quizás los Griegos antiguos conocían una o varias de éstas culturas, y las interpretaron como una sociedad en la cual la mujer era la que dominaba al hombre. Los estudiosos no tienen pruebas a favor o en contra de la existencia de las Amazonas, y parece que no las tendrán en un futuro cercano. Entretanto, las historias de las Amazonas seguirán captando nuestra imaginación.


Valientes, hembristas y legendarias, las Amazonas han originado desde el misterio de su nacimiento y existencia ríos de tinta que vendrían a generar o descartar hipótesis. Procedentes según la Historia Antigua de una franja indeterminada de Eurasia que habría abarcado fronteras turcas y rusas, su organización respondería a la de una nación matriarcal en la que el hombre poseería funciones casi meramente reproductivas. De orígenes divinos, su estirpe guerrera habría sido el rasgo más destacado de una sociedad cuya única prueba de existencia es, a día de hoy, prácticamente artística. El Museo Histórico del Palatinado en Speyer ( Alemania ) recoge ahora, en una interesante exposición que aúna historia y leyenda, una selección de piezas de gran valor arqueológico y plástico protagonizadas por estas "guerreras misteriosas".


El Museo Histórico del Palatinado intenta ahora, en una exposición internacional única, arrojar un poco de luz sobre las Amazonas en todas sus facetas desde la Antigüedad hasta hoy día. Para ello, ha previsto un recorrido que conducirá al espectador desde las tumbas de mujeres escitas armadas hasta los hallazgos arqueológicos concretos de las montañas Altai de Siberia, donde fueron descubiertos enterramientos de jóvenes mujeres guerreras bajo otras sepulturas. Unos restos que abren la puerta a la suposición real de la posibilidad de la existencia de un pueblo de mujeres amazonas y que se complementan con un completo conjunto de armas, joyería y elaboradas monturas de caballo. Una reunión que ha sido posible gracias a la colaboración de importantes museos de Europa y Asia, el British Museum de Londres, el National Museum of History of Ukraine en Kiev, la Ny Carlsberg Glyptothek de Copenhague, la Russian Academy of Sciencies y el Basel Museum of Ancient Art.

Entre el mito y la suposición, la leyenda de las Amazonas extiende sus garras hasta hitos históricos como la Guerra de Troya y es posible encontrar en narraciones de autores como Herodoto e Hipócrates descripciones que validarían su existencia. Los restos arqueológicos parecen indicar que las mujeres sármatas podrían haber asumido un papel defensivo en ausencia de los hombres, organizando su reproducción de forma anual con pueblos vecinos, lo que ratificaría parte de la leyenda. Pero, existieran o no, lo que es innegable y pone de manifiesto la presente muestra es que las amazonas fueron tomadas como tema artístico en determinados periodos de la historia. Así, ahora, el Museo del Palatinado expone ante los visitantes un número de pinturas y esculturas que lo corroboran, junto con una selección de vasijas griegas pintadas con motivos de héroes y leyendas, de vida y muerte, amor e infortunio. Grandes piezas maestras que desde la Antigüedad hasta el presente enlazan una historia de fantasía, esplendor y belleza.

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