LAS TRAMPAS DEL AMOR SENTIMENTAL
Cuando empiezas a sentir un montón de amor: ¿lo estropeas siempre? Si lo haces sin darte cuenta significa que te has puesto un tope en la cantidad de amor que puedes sentir. El problema más grande al que nos enfrentamos es que hemos confundido al Amor en sí, con el amor sentimental, lo cual es un mito muy poderoso en nuestra psique. Se identifica al amor con las relaciones de pareja, pero este tipo de amor es como una droga, estimula el cerebro a crear un cocktail hormonal de dopamina, norepinefrina, adrenalina y oxitocina que nos hace sentir en la gloria. La doctora Helen Fisher concluye que el amor sentimental es una de las sustancias más adictivas que existen en la Tierra. Cuando nos enamoramos se activan las partes primitivas del cerebro vinculadas con la euforia, el deseo vehemente y los pensamientos obsesivos... pero son las mismas áreas que se activan con una dosis de cocaína. Si eres adicta al amor es porque te has enganchado a él y ansías sentir el subidón de las sustancias químicas del amor que actúan como las anfetaminas. Cuando el cuerpo genera una tolerancia a estas sustancias químicas, empiezas a necesitar cada día más cantidad para que te produzcan el mismo efecto. Es posible que pases de una relación de pareja a otra para recibir tu "churro" de amor, o te vuelvas obsesiva, co-dependiente, etc. Tu capacidad para sentir amor se basa en un nivel básico interior más que en circunstancias externas.
Sin embargo, nuestra obsesión por los idilios nos ha hecho olvidar un amor superior más satisfactorio, el más sublime... el amor incondicional a TODO. El amor de pareja no es nada comparado con el estado de Amor Superior. Buscamos el amor fuera de nosotras creyendo que una relación sentimental nos hará sentir llenas.
¿Qué podemos hacer para liberarnos de este mito? La respuesta es dar un giro de 180 grados en nuestra forma de ver el amor, lo cual significa adquirir el hábito de conectar con el amor que hay en nuestro interior. Las relaciones basadas en este amor interior nos llenan más de manera natural y son verdaderamente extasiantes... son vivir el amor desde nuestro interior y querer compartirlo con alguien y también con todo los demás.
Si te preguntas constantemente ¿dónde está mi príncipe azul? o te quejas porque no encuentras a tu media naranja; ¿te has puesto a pensar que estás decretando que para ser feliz y sentir amor necesitas a un hombre? Acostúmbrate a repetir: "Yo no necesito enamorarme de un hombre, ¡estoy enamorada de la vida!" Es una nueva forma de ver el mundo; a través de un cristal mucho más grande del amor.
Tan pronto como te liberas de este mito sobre el amor, empiezas a ver que el amor está por todas partes. Cada experiencia es una invitación a amar, siempre está llamando a nuestra puerta y depende de nosotras oírle y responderle. El amor siempre llama a tu puerta, pero te va a zarandear para que te ames a ti misma, para que ames a todos los seres sintientes, para que ames tu "aquí y ahora", para que ames tu presente con sus circunstancias, para que ames la vida.
Y entonces, y sólo entonces, el príncipe llegará. Sólo cuando de verdad estés lista, amándote a ti misma por sobre todas las cosas, el amor de pareja aparecerá. Antes de eso, lo que llegará será la caricatura grotesca del amor sentimental que lo único que sabe hacer es subir tus neurotrasmisores, hacerte adicta a esa descarga y sufrir la abstinencia.
Para amarte a ti misma, antes tienes que conocerte. Saber identificar y canalizar tus emociones, reconocer tus pensamientos destructivos, tus creencias limitantes, tus conductas enfermizas... y para eso te puede servir el Coaching de Vida, puesto que un Coach te acompaña y te ayuda a identificar, alcanzar y consolidar tus metas, en conciencia plena, en el aquí y ahora.
Recuerda: todo lo que necesitas para sentir el verdadero Amor Superior, ya está aquí, el Universo siempre confabulará a tu favor cuando te decides a cambiar.
Carola Estrada
Psicología del Despertar
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