Todas las publicaciones (4)

Ordenar por

Corazón radiante

(Por Julio Andrés Pagano)
10883613092?profile=original

Se siente. Quienes, conscientemente, elegimos renacer, somos llamados a recorrer una nueva etapa evolutiva. Comienza un ciclo virtuoso, centrado en la unidad, en donde somos alentados a jugar de manera bien sentida, creativa, armónica y reluciente, vibrando hermanadamente en la frecuencia del amor. Juntos poseemos el mágico don de cristalizar un pujante presente, que ilumine y humanice. Encendamos la luz. Avivemos la mítica llama dorada del corazón radiante.

Así como la suma de gotas de consciencia enaltece la belleza del río de la existencia de manera exponencial, la luz de tu fuego interno, fusionada con la de todos los seres despiertos, crea una ardiente llama que alumbra la eternidad. La potencialidad de este evento fue visionada, en el reflejo de las estrellas, por sabios chamanes, quienes lo bautizaron “Corazón radiante”, ya que esa fue la palpitante forma que la Madre Tierra adoptó cuando sus hijos volvieron a religarse.

Cuentan que la Luna también fue testigo de tan hermosa y conmovedora visión, y que al sentir tanto, pero tanto, amor lloró lágrimas de plata. ¿Acaso esto es una simple historia? ¿Qué es lo que sucede en tu fuero interno al escuchar la narración? Este suceso aconteció en los planos sutiles, ahora es nuestro derecho divino plasmarlo en esta dimensión. Juntos reviviremos esa gloriosa gesta, de infinita luz y amor, que latirá por siempre en la memoria de todo el universo.

¿Cómo lo haremos? De manera simple, muy humana, impregnando nuestra vida cotidiana con amor. Lo haremos sintiendo. Alineándonos. Riendo. Celebrando. Floreciendo. Dándole color a nuestros pasos. Llenando de alegría las calles. Compartiendo. Volviéndonos más conscientes, libres y solidarios. Potenciando lo que vibre con nuestra esencia. Lo haremos sanando. Siendo paz. Lo haremos amando y respetando a la bella Madre Tierra, mientras danzamos en espiral.

La unión no sólo hace la fuerza, también abre el fulgurante camino hacia un destino de eterna grandeza. Por eso, con sus cálidos rayos, el Padre Sol bendice este esencial acto sagrado, en el que asumimos co-crear esta potente y armónica señal de cambio, que conscientemente guía hacia la manifestación de un nuevo mundo, sin fisuras, donde reina la Unidad. Vamos, dame tu mano. Sumemos nuestra luz interior. Acrecentemos, con amor, la pureza del corazón radiante.

Visitá: http://www.julioandrespagano.com

Mirá: este documental ayuda a tener una comprensión más clara sobre por qué tenemos que despertar a una nueva realidad, en donde el amor es el camino que conduce a la Unidad.
Es largo, pero bien vale su tiempo en oro:https://www.youtube.com/watch?v=zwmrqLJYf_c&feature=results_main&playnext=1&list=PL293BEB22BBA2D811&fb_source=message

Leer más…

JUICIO U OBSERVACIÓN

He decidido que tengo que dejar de confundir el simple acto de hacer una observación, con negatividad. Algunas personas, en un esfuerzo por “no poner ninguna energía negativa en el espacio”, se niegan a decir nada sobre nadie ni nada que pudiera interpretarse como negativo de ninguna manera. Y si alguien más dice algo acerca de alguna persona, lugar o cosa que no es del todo positivo, mucha gente va a criticar al que habla por “propagar energía negativa”.

Pronto, un cierto dogmatismo surge en torno a todo esto, y de repente se vuelve inaceptable en algunos círculos “nueva era” hacer otra cosa más que sonreír 16 horas al día y no decir nada más que cosas positivas acerca de todo. En estos círculos, cuando alguien ofrece el más mínimo comentario, predicción, o descripción que sea poco menos que totalmente positiva, alguien más sin duda va a decir: “¿Estás queriendo crear eso?”, o “¿Por qué estás creando eso?”

(Ejemplo: “Ay Dios, sí que me duele la cabeza esta mañana.” “Bueno, ¿por qué estás creando eso?”)
Después de un tiempo, la gente se siente tan amarrada, como en una camisa de fuerza, que tienen miedo de decir nada acerca de cualquier cosa, a menos que puedan resplandecer con positividad de la cabeza a los pies.

Yo llamo a esto un Bypass de la Nueva Era. Es cirugía psíquica, en la psique misma. También puede convertirse en un juego de “volverte-loco”, donde la gente ni siquiera puede describir objetivamente algo que está viendo justo delante de su cara, sin correr el riesgo de ser etiquetado como alguien “deprimente” o que “piensa negativamente”.

(“El mercado bursátil tuvo sin duda un mal día.” “Bueno, tú sí que eres deprimente…”)

Sin embargo, una Observación no es un Juicio, y una Descripción no es una Condena. Nos beneficiaría mucho notar la diferencia.

Es perfectamente correcto decir “Va a llover”, cuando de hecho, lo puedes oler en el aire. Recuerdo un día hace unos años cuando yo estaba en un enorme picnic, al que habían asistido cerca de 40 ó 50 personas, cuando uno de los invitados dijo casualmente, “Parece que va a llover”. A su mujer casi le da un ataque de histeria. “¡No DIGAS eso!” dijo bruscamente. “¿Estás tratando de HACER llover?”

Ahora, yo comprendo perfectamente bien que nosotros creamos nuestra propia realidad, y he leído todos los mensajes de Conversaciones con Dios y prácticamente todos los otros textos de Nueva Espiritualidad que hay por ahí que dicen que nosotros hacemos eso con las herramientas triples de pensamiento, palabra y obra. Yo sé todo acerca de la escuela de pensamiento Como-Lo-Dices, Así-Será, sobre este tema. Yo pertenezco a esa escuela. Pero ¿significa eso que no podemos ni siquiera ofrecer una simple observación, carente de
cualquier juicio o anuncio de preferencia, acerca de lo que estamos experimentando en nuestras vidas?

Por supuesto que no. Decir “oh-oh, parece que va a llover” no significa que tú seas la causa -y por lo tanto, tengas la culpa- cuando lleguen las lluvias. Simplemente significa que estás observando lo que sucede a tu alrededor. Significa que eres consciente. Y la conciencia es uno de los mayores atributos que cualquier persona podría desarrollar.

El mensaje aquí es: no sustituyas pasividad por discernimiento; no insertes -en nombre de la “positividad”- la ceguera total, donde antes había observación aguda. Taparte los oídos no hace que disminuya el aullido del viento, y meter la cabeza en la arena no hace que desaparezca el peligro.

La capacidad de observar el entorno que nos rodea, la capacidad de discernir una cosa de otra, es lo que resulta de evolucionar a un nivel superior de conciencia. La observación es el acto de ver algo; es el simple acto de presenciar sin evaluar. El discernimiento es el acto de diferenciación; es el simple hecho de diferenciar una cosa de otra.

La observación es una declaración que dice “es así”.. El juicio es una declaración que dice “¿y qué?”. Como seres sensoriales, los humanos tienen el deseo de notar lo que está pasando a su alrededor. De hecho, tienen la responsabilidad de hacerlo.

Cuando consciente y deliberadamente dejas de notar algo porque “no quieres poner energía negativa en el espacio”, renuncias a tu don más preciado como ser creativo: el don de decidir. No puedes decidir lo que quieres, no puedes elegir conscientemente tu propio futuro, si te niegas a ver lo que hasta ahora es verdad.

Yo voy a seguir trabajando para eliminar el juicio y la condena de mi experiencia, pero nunca voy a eliminar la observación y el discernimiento. La enseñanza es: “No juzgues, ni tampoco condenes”, no es, “No observes, ni tampoco disciernas”.

Neale D. Walsch

Leer más…

SÓLO ES FELIZ QUIEN SE PERMITE SER FELIZ

SÓLO ES FELIZ QUIEN QUIERE SE PERMITE SER FELIZ

Ser Feliz es, en gran medida, una elección personal.

Y Ser Feliz es una responsabilidad que hay que asumir dedicándole atención plena y prioridad preferente.

No somos más felices porque no sabemos con qué o con cuánto es suficiente para ser feliz.

En más de una ocasión hemos sentido la sensación de plenitud de felicidad con un encuentro, una sonrisa, o una llamada… sin más.

Todos hemos visto personas que, aun no teniendo posesiones, y viviendo en unas condiciones duras, son felices.

Todos hemos asistido a una conversación en que uno acaba diciendo, más o menos, “se puede ser feliz con cualquier cosita…”

La infelicidad se basa, en gran medida, en las inconscientes preocupaciones que todos tenemos.

Sabemos, y le estamos dando vueltas continuamente aunque no nos demos cuenta, que un hijo tiene un problema, que en la casa hay que hacer una reparación, que notamos distante a una amiga, que nos vamos haciendo mayores, que nos falta nuestra amada madre… y eso espanta a la felicidad.

Nos gustaría tenerlo todo y que todo fuera perfecto a nuestro alrededor.

Gastamos demasiada energía, demasiada atención, y demasiado tiempo, en añorar lo que ya no tenemos, lo que no se ha cumplido, lo imposible…

Y ese tiempo que dedicamos a ello podríamos invertirlo mejor en estar presentes en el presente, en disfrutar lo que somos y lo que tenemos a nuestro alcance

La felicidad se manifiesta en los momentos en que nuestra mente no está divagando en sus pre-ocupaciones, en que estamos en contacto solamente con nuestro centro, y cuando no estamos distraídos con otras cosas.

Decimos en muchas ocasiones, de esos que saben ser felices a menudo, que son “unos irresponsables”.
¿Será que es bueno ser “un irresponsable”?
¿Será que a veces nos estancamos en el papel que nosotros llamamos “responsable” y no nos damos permiso para disfrutar la felicidad?
¿Será que a medida que nos vamos haciendo mayores creemos que tenemos que ser serios?

Creo que sólo se es feliz cuando se usa el corazón.

La felicidad no es un asunto de la razón.

Piensa en los momentos en que te hayas sentido absolutamente feliz, y verás que tienen cosas en común: No estabas pendiente de otra cosa más que de aquello que activó tu felicidad, y lo que te produjo felicidad no era algo material.

Comprar un coche nuevo o una nueva casa, un ascenso en el trabajo, gastar dinero, una buena comida en un buen restaurante… eso te produce satisfacción, entusiasmo, placer, euforia, contento, una especie de alegría… y todo eso está muy bien, pero eso no es la felicidad: eso son momentos puntuales en el tiempo que van desapareciendo.

La suma de alegrías, risas, sonrisas, satisfacción, diversión, buen humor, placer… aun no siendo la auténtica felicidad –porque son efímeras- sí que provocan una “sensación” de felicidad, una “sensación” que se parece bastante a la felicidad –que es menos aparatosa, y es más discreta y prudente-; la parte buena es que predisponen en buena medida a ser feliz porque provocan un optimismo que alienta a relacionarse bien con la felicidad.

Ser feliz no es estar alegre, eso ya lo sabemos, si bien estar alegre puede ser una manifestación de ser feliz.

Ser feliz se puede manifestar como una serenidad que no requiere demostraciones externas –aunque se aprecia en la mirada, en la sonrisa y en el aura-.

La felicidad no es eufórica, es casi invisible, porque es un sentimiento interior que se parece más a la paz que a cualquier otra cosa.

Es una satisfacción íntima con uno mismo, resultado de una aceptación de Sí Mismo, y de su pasado y su presente.

Cualquier oposición a la aceptación total impide la manifestación de la felicidad.

Y esa aceptación necesita una comprensión de todo lo que haya hecho uno en el pasado: lo que se pueda calificar como “malo” y lo que haya estado bien. Comprensión de que uno actuó del modo que consideró adecuado o del modo que le permitieron sus capacidades o circunstancias de entonces. Y he escrito “comprensión”, y no “perdón”. Porque no hay nada que perdonar ni auto-perdonarse. Eso sólo mostraría una especie de superioridad y prepotencia del que perdona hoy al que fue ayer.

Ser feliz se basa, básicamente, en encontrarse bien de Autoestima, en tener una buena relación con Uno Mismo, en saber apreciar la vida y sus cosas, en saber renunciar a lo imposible y no obsesionarse con la consecución de utopías, en comprender que no se puede tener todo ni ser el mejor, en saber aceptar y saber renunciar, en darse cuenta de que lo que verdaderamente vale y es importante es cultivar la relación consigo mismo, y admitirse sin condiciones en lo que uno llama equivocadamente sus “imperfecciones” y sus “fracasos”.

Sólo serás feliz si realmente te propones ser feliz y eliminas tus propias oposiciones.

Permítete ser feliz… y serás feliz.

Leer más…

Temas del blog por etiquetas

  • Y (57)

Archivos mensuales


contador visitas gratis