"LOS ESPIRITUS RESPONDEN" del libro: CALIDAD EN LA PRÁCTICA MEDIÚMNICA

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LOS ESPIRITUS RESPONDEN

SURGIMIENTO

¿Cuál es la procedencia, el origen de la Mediumnidad?

En el complejo mecanismo de la conciencia humana, la paranormalidad

desabrocha, alargando horizontes de la percepción sobre las realidades

profundas del ser y de la vida.

La mediumnidad, que rige latente en el organismo humano, se perfecciona con

la contribución de la conciencia de responsabilidad y mediante la atención que el

ejercicio de su función bien dirigida le conceda. Facultad de la conciencia

superior o Espíritu inmortal, se reviste de los órganos físicos que le exteriorizan

los fenómenos en el mundo de las manifestaciones concretas.

(Momentos de Conciencia, Cap. 19, Juana de Angelis/Divaldo P. Franco –

LEAL)

¿El surgir de la mediumnidad tiene una época para que ocurra?

Espontánea, surge en cualquier edad, posición social, denominación religiosa o

escepticismo en el cual se encuentre el individuo. Normalmente llama la atención

por los fenómenos insólitos de que se hace portadora, produciendo efectos físicos

e intelectuales, así como manifestaciones en el área visual, auditiva,

presentándose con una variada gama conforme las diversas expresiones

intelectuales, materiales y subjetivas que se exteriorizan en el día a día de todos

los seres humanos.

(Médiums y Mediumnidades, Cap. 7, Vianna de Carvalho/Divaldo P. Franco –

LEAL)

¿De que modo se presenta la facultad?

Explotando con relativa violencia en determinados individuos, gracias a cuya

manifestación surgen perturbaciones de variada orden, en otros aparece

sutilmente, favoreciendo la penetración en más amplias franjas vibratorias,

aquellas de donde se

procede antes del cuerpo y para cuyo círculo se retorna después del desgaste

carnal.

(Momentos de Conciencia, Cap. 19, Juana de Angelis/Divaldo P. Franco –

LEAL)

¿Qué otras características pueden ser identificadas en el surgimiento

mediúmnico?

Al principio, surge como sensaciones extrañas de presencias psíquicas o físicas

algo perturbadoras, generando miedo o ansiedad, inquietud o incerteza. En

algunos momentos, se turba la lucidez, para, en otros, abrirse brechas luminosas

en la mente, percibiéndose otro tipo más sutil de realidad.

(Momentos de Conciencia, Cap. 19, Juana de Angelis/Divaldo P. Franco –

LEAL)

¿Cómo debe proceder el médium en esa fase de registros de presencia de seres

desencarnados?

Silencia la inquietud y penétrate a través de la meditación.

Ahora, de inicio, y ausculta la conciencia.

Procura desdoblar la percepción psíquica sin ningún recelo y oirás palabras

confortadoras, y verás personas queridas que se te acercan.

(Momentos de Conciencia, Cap. 19, Juana de Angelis/Divaldo P. Franco –

LEAL)

¿Los síntomas desagradables que acompañan el desabrochar de la

mediumnidad son generados por la facultad?

A veces, cuando aparece la mediumnidad, surgen varios disturbios, sea en el área

orgánica, a través de desequilibrios y dolencias, o mediante inquietudes

emocionales y psiquiatritas, por debilidad de su constitución fisiopsicológica. No

es la mediumnidad que genera el disturbio en el organismo, sino la acción

fluídica de los Espíritus que favorece la atonía o no, de acuerdo con la calidad de

que esta se reviste. Por otro lado, cuando la acción espiritual es saludable, una

aura de paz y de bienestar envuelve al medianero, auxiliándolo en la

preservación de las fuerzas que lo nutren y sustentan durante la existencia física.

La mediumnidad, en si misma, no es buena ni mala, antes, se presenta en

carácter de neutralidad, dándole la oportunidad al hombre de utilizarla conforme

desee, de ese uso derivarán los resultados que acompañarán al medianero hasta

el momento final de su etapa evolutiva en el cuerpo.

(Médiums y Mediumnidades, Cap. 7, Vianna de Carvalho/Divaldo P. Franco –

LEAL)

¿Por qué motivos la mediumnidad, cuando surge, en la mayoría de los casos,

es bajo acciones obsesivas?

Como se puede evaluar, el periodo inicial de la educación mediúmnica siempre

se da bajo acciones tormentosas. El médium es un Espíritu endeudado, en si

mismo, con vasta copia de compromisos a rescatar, cuando se desdobla, trayendo

matrices que facultan el acoplamiento de mentes perniciosas del Más Allá, que lo

impelen al trabajo de auto-perfección, sobre el ejercicio de la caridad, de la

paciencia y del amor para con los mismos. Aparte de eso, considerando sus

debitos, se vincula a los cobradores que no quieren perder de vista, sitiándole la

casa mental, afligiéndolo con el recurso de un campo precioso y vasto, como es la

percepción mediúmnica, intentado impedirle el crecimiento espiritual, mediante

el cual lograría liberarse del infeliz yugo. Crean estratagemas, situaciones

difíciles, predisponen mal a aquel que las sufren, rodeándolo de impresiones,

porque viven en diferente franja vibratoria, peculiar, diversa a los que no poseen

disposiciones medianímicas.

La fase inicial del ejercicio y desdoblamiento de la mediumnidad es un bendito

calvario. Por otro lado, este es el medio de ampliar, desarrollar el entrenamiento

del sensitivo, que aprende a discernir el tono psíquico de los que lo acompañan,

en espíritu, tomando conocimiento de las “leyes de los fluidos” y armándose de

resistencia para combatir las “malas inclinaciones” que son los imanes que

atraen a los que se encuentran en estado de Erraticidad inferior.

(En las Fronteras de la Locura, Cap. 23

Manuel Philomeno de Miranda/Divaldo P. Franco –

FEB).

Fuente del libro: CALIDAD EN LA PRÁCTICA MEDIÚMNICA

PROYECTO

Manuel Philomeno de Miranda

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