cristales

Cristales Guardianes de la TierraSe ha venido transmitiendo de generación en generación una leyenda muy peculiar acerca de los Cristales Guardianes de la Tierra, una leyenda de esperanza e inspiración. Siéntate, relájate y déjame que te la cuente:Érase una vez, en tiempos muy remotos, cuando el mundo era solo un bebe y el universo algo mas joven, nuestro planeta Tierra fue visitado por seres avanzados, nacidos más cerca del corazón de la galaxia; esta raza se desarrolló valiéndose de una fuente luminosa y abundante que emanaba del Gran Sol Central. Teniendo a su disposición mayor cantidad de luz, y habiendo nacido más cerca de la fuente de energía pura, evolucionaron rápidamente, emprendiendo un viaje hacia sistemas estelares exteriores, en busca de conocimiento y aventura. Al contemplar la tierra primigenia, sus aguas azules, el denso verdor y el campo fértil, la llamaron TERRA, es decir “la que lleva vida”.Tras observar las leyes físicas naturales que gobernaban en Terra, comprendieron que había madurado y estaba preparada para la concepción. Estos seres, también llamados los Patriarcas, trabajaron y se esmeraron en preparar las fuerzas elementales del planeta para el nacimiento de formas de vida consciente. Emplearon la materia terráquea bruta, el Bióxido de Silicio, e irradiaron hacia ella su fuerza luminosa, formando inmensos cristales de Cuarzo… que hemos venido llamando los Guardianes de la Tierra. Teniendo como predecesores a Los Cristales Guardianes de la Tierra, el campo de fuerza electromagnética del planeta fue preparado para su encarnación en el plano físico. Cuando los elementos estuvieron listos, y los Cristales Guardianes de la Tierra hubieran armonizado el planeta con la fuerza cósmica suprema, los Patriarcas adoptaron formas humanas, experimentando directamente el mundo de los sentidos. Muchos se instalaron en la tierra y constituyeron civilizaciones como la de Mu, Lemuria y la Atlántida. Fueron los más antiguos habitantes de la tierra. Tuvieron sus leyendas, mitos y religiones. Y permanecieron unidos en la cima del tiempo; eran los grandes arquitectos de la evolución universal,Al mismo tiempo, seguía evolucionando en el planeta el hombre de Neandertal, es decir una forma de vida animal, originada en las entrañas de Terra. La existencia simultánea de una especie animal y de una raza de seres evolucionados señalaba el inicio de un nuevo ciclo cósmico para Terra; este ciclo podría llevarla, al menos potencialmente, hacia el destino más elevado.Estas civilizaciones avanzadas emplearon los Cristales Guardianes de la Tierra en sus prácticas diarias alimentándose de su irradiación. Los cristales les permitían mantener armonizada su conciencia con las frecuencias mas elevadas de su planeta de origen; todos los seres que entraran en su campo áurico adquirían gran poder. Se fueron convirtiendo en herramientas poderosas, a través de las cuales la fuerza cósmica era canalizada para abastecer al pueblo alimento, agua, joyas y togas sagradas. En algunos casos, los cristales eran jueces de la Corte: doce personas dándose la mano, rodeaban al cristal, y bastaba con que ocho de las doce personas presentes recibieran la misma respuesta para que se pudiera dictar sentencia.Atendiéndose al plano divino para el progreso evolutivo de las especies originales de la tierra, decidieron que algunas de las almas patriarcales entrarían en el ciclo evolutivo de los simios para elevarlos al nivel de la conciencia, para que ellos pudieran igualmente armonizar con la fuerza luminosa que emana del universo. Quienes decidieron quedarse y encarnarse una y otra vez hicieron un Gran Sacrificio, pues se sumirían en un mundo de materia sabiendo que algún día se elevarían, llevando a sus semejantes hacia metas superiores. En este proceso, renunciaron a su memoria, olvidando su pasado, no sabiendo ya por qué vinieron, para convertirse de lleno en terrícolas como los demás.El tiempo fue transcurriendo; todos se iban adaptando a la tierra, y muchos acabaron encadenados a los placeres de los cinco sentidos y comenzaron a emplear el poder cósmico de los cristales para su única gratificación personal. Dirigiendo la fuerza hacia sí, y así se inició el proceso de caída de esas civilizaciones antiguas.Adivinando el peligro del uso equivocado de este poder, muchos decidieron abandonar Terra a tiempo, y a seguir a distancia con su labor sobre la evolución. Algunos de los que prefirieron quedarse se cruzaron con terrícolas; con este cruce genético, los seres primigenios de la tierra dieron un gran paso evolutivo. La humanidad entraba desde entonces en una nueva era. Iban apareciendo nuevas razas de seres, iniciándose así un nuevo ciclo evolutivo que se prolongaría hasta nuestros tiempos. Estamos hoy en día pisando el umbral de una nueva era, ya que hemos alcanzado un estado de seres refinados, capaces de reclamar la herencia de las estrellas, donde nacieron nuestros antepasados.Los Cristales Guardianes de la Tierra fueron enterrados a grandes profundidades durante el periodo de éxodo masivo. Habrían de ser los “Guardianes de la Tierra”, supervisar el proceso evolutivo y registrar las experiencias de la caída y levantamiento del espíritu en el ámbito de la materia. Cuando el destino volviera a manifestar a estos gigantes en la superficie del planeta, se convertirían en el principal motor de la recuperación de los propósitos iniciales, levantando un velo de un saber en el olvido y quienes se establecieron en la tierra recobraron la conciencia de aquellos que decidieron partir. Cuando los dueños del conocimiento antiguo volvieron a activar los Guardianes de la Tierra, estos dieron cuerpo a la conciencia de los Patriarcas, permitiendo a la nueva raza de Terra establecer una comunicación consciente con su linaje celeste. Una vez activados, Los Guardianes de la Tierra supieron transmitir a los Patriarcas el conocimiento de la vida en la tierra, para que Ellos la desarrollasen a favor de la evolución de otros mundos.¡Aquí están! ¡Son grandes sabios! No sólo llevan en su interior el conocimiento integro de la historia de la tierra, sino también de la vida en los espacios siderales iluminados de donde parte su esencia. Son manifestaciones de poder e inteligencia. Contienen la sabiduría necesaria para trascender el espacio y el tiempo, así como la existencia en el plano físico, y de ella saldrán la verdad y el amor.
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