Publicaciones de Fran Gutierrez (2)

Ordenar por

El Darse Cuenta
Fran Gutiérrez, Liberación AHORA | Después de haber despertado a otra realidad de la vida. De conocer la grandeza de mi SER. Tras haber sanado mi cuerpo, mis emociones, sané mi vida. Hoy conozco la felicidad más allá de las posesiones materiales, más allá de todo lo que está fuera de mí. Mi dicha está en mi interior, y ese sentimiento lo siento al mirarme al espejo y poder saber quién soy. Que ese reflejo soy yo, pero que también es todo. Más allá de las circunstancias, yo soy todo, y todo es en mí. Cualquier forma de vida, tiene la misma esencia que yo; es más, no está separada de mí.
Es el ego, esa falsa identidad, la que nos separa. La que nos hace entrar en lucha y disputa con nuestros semejantes. Lo paradójico es que esa lucha es con nosotros mismos. Que lo que me molesta de otro, es un reflejo del malestar mío propio.
Ya es hora de Darse Cuenta, de que somos la vida. De que estamos perdidos en una Matrix, basada en el miedo de perder. Que la vida no es lo que nos han enseñado a vivir. La vida es música, y nosotros desafinamos con ella. Es hora de afinar nuestro corazón y de vibrar en sintonía con el universo, con la vida que somos. Y amarnos unos a los otros como nosotros mismos, todos somos uno.

Ese es el mensaje del hijo del carpintero de Judea: “amaros los unos a los otros como yo os he amado”. Y ese mensaje se ha convertido en un dogma-religioso, la mayoría de las veces limitante al ser humano, como el catolicismo. (Recordemos las prácticas evangelizadoras en Sudamérica, o la Inquisición).
No es más que eso, que amarse a sí mismo igual que a los demás; pues el mal que quiera para mí, es el que quiero para ti. Que todos somos iguales, más allá de culturas y razas. Somos humanos y hemos de buscar la unidad. Ese es el significado de HUMANIDAD. Somos los seres más privilegiados del mundo y sólo utilizamos nuestra grandeza para hacernos daño a nosotros, a todos los demás seres del planeta e incluso al planeta.
Es hora de despertar y darse cuenta, que la vida es más de lo que nos han enseñado. Que tu visión de la realidad es complementaria a la mía. Y que si unimos la mía, la tuya, la de otros, tendremos una visión más amplia de la vida. Hay que dejar de luchar, hay que decir basta. Empezar por nosotros y en nuestras casas. Si cambiamos, el mundo cambiara, pero hemos de empezar por nosotros.
“El cambio que quieras en el mundo ha de empezar por ti”. Esto lo dijo Gandhi y se quedó en eso, una frase célebre.
Unamos las fuerzas de los que nos hemos dado cuenta que mas allá de las funciones del televisor de última generación, mas allá de los caballos de potencia y de la línea de ese último modelo de coche, y de todas las cosas materiales, somos capaces de ver la vida y la perfección de la creación en la naturaleza, en la belleza de una flor, en la sonrisa de una persona cuando simplemente la miras y escuchas. Tenemos un poder absoluto, y hemos elegido utilizarlo en contra de lo que somos. Ya es hora de cambiar. La función acabó y es hora de empezar otro acto. El acto del amor incondicional, el acto de la unidad. Y eso empieza por nosotros.

Francisco Gutiérrez es terapeuta holístico y reside en Viladecans, Barcelona, donde tiene su consulta. Es además autor del libro “Y entonces me levanté”, el impactante e inspirador relato autobiográfico de su extraordinaria experiencia de superación personal y autosanación. Asimismo coordina junto a Fernando Casavalle los proyectos Despetar del Sueño e Integra.

Leer más…

Me fui a dormir un poco dolido por una circunstancia de vida. Lo sorprendente es que como suele ser habitual, cuando uno se va a dormir enfadado le da vueltas a las cosas y le cuesta dormir. Yo sin embargo al empezar a pensar, y me quede dormido.

En mi sueño apareció un Ser, con un aspecto familiar para mi, a la vista era como una nebulosa energética, aunque para mi era alguien conocido. Ese Ser me relato el siguiente cuento:

Había una vez, dos almas que estaban profundamente unidas. Dios se sentía dichoso de observar a sus dos creaciones como se amaban y compenetraban en el paraíso. Aquellas almas se presentaron ante Dios, y le dijeron: Padre creador, aquí en el paraíso sentimos el Amor incondicional, y sentimos la dicha. Al mirar hacia abajo y ver a nuestros hermanos encarnados en humanos, viviendo en el mundo sin el recuerdo de quien son. Nos preguntamos si seriamos capaz de amarnos igual que aquí, viviendo en ese mundo, en dos cuerpos con sus limites, y sin el recuerdo de quienes somos, y sumidos en la lucha por sobrevivir en ese mundo.

Dios los miro, y les dijo:

Vais a bajar a la Tierra, encarnareis dos cuerpos uno masculino y otro femenino. Cada uno nacerá en un núcleo familiar distinto. Tú el que tendrá género masculino, serás victima de malos tratos, de sufrimiento extremo, de incomprensión, de mucho dolor, de desprecios y abandono. Tú la que tendrá genero femenino, sufrirás el sometimiento del machismo, te harán sentir y creer que debes ser sumisa y serás como una cenicienta en tu núcleo familiar. Te hará ser dependiente y limitada. Te convertirán en una luchadora por la cruzada de la igualdad. Te sentirás como una esclava de las tareas del hogar.

Ambos os encontrareis sin saber bien quienes sois, dominados por un dolor e incomprensión que definirá vuestras creencias y vuestra identidad. Aun así, sin saber bien por que, sentiréis un amor incondicional el uno por el otro, aunque será nublado por el dolor al que os someteréis el uno al otro. El de género masculino, sufrirá la enfermedad, el dolor y la perdida del Yo, y la otra será victima de esas circunstancias.

Ambos seréis tentados por otras personas tras mascaras de persuasión y seducción se vestiran de amor y comprensión. Aunque no podréis separaros, no sabréis porque siempre elegiréis estar juntos, sintiendo que quizás os equivocáis, ya que no acabáis de entenderos.

El de género masculino despertara a la consciencia del Ser, transformando todo el dolor y el miedo en amor después de llegar al sufrimiento extremo. Se alzara y mostrara al mundo como un ejemplo de superación. Sentirá el rechazo de ella, ya que esta sentirá el rencor, y la eterna duda de su cambio. Eso no le hará sentir plenitud, sentirá un vacío, que le será útil para seguir evolucionando.

Aprenderá que debe mostrarse cada día como es ante ella, eligiendo siempre actuar desde el amor, aunque la reacción sea contraria a la esperada. Tendrá que aprehender a no sentir dolor por que sabrá que lo ha elegido, esas circunstancias para conocer el amor incondicional en la tierra y con un cuerpo humano. Buscaras la manera de que ella te vuelva a ver, y ambos recordareis el amor incondicional que sois. Y descubrirá en su interior como brota la semilla del amor. Y tendrá que cumplir esa misión, sumido en dificultades económicas y un mundo en crisis y recesión.

Ambas almas se miraron y le dijeron a Dios: Aceptamos el trato, estamos dispuestas a encontrar el amor incondicional con todas esas circunstancias, además nos lo pondremos muy difícil el uno al otro, y queremos en ese proceso ser padres de dos niñas que nos hagan aun más difícil la tarea.

Entonces ambas almas se abrazaron y cada una bajo a la tierra por separado con una misión que cumplir.

Aquel ser acabó de contarme el cuento y yo empecé a sentir como caía al vacío. De repente estaba sintiendo una sensación rara de presión de incomodidad, me pregunte donde estoy, y mi amor. Me di cuenta que estaba en el sofá, y mi amor en nuestra cama, y escuche la voz de ese ser decirme: Recuerda quienes sois y vuestra misión, cambia el sentimiento de dolor por el de amor incondicional que sientes en tu corazón, y no te importe las veces que sientas distancia y rechazo. Muéstrate como eres, y dale el amor que sientes. Solo podrá hacer una cosa, cuando tu solo le muestres amor y pierdas el miedo al rechazo: Recordarte. Y entonces ambos volveréis a experimentar el amor que os procesabais en el paraíso, en esta mundo. Recordad que este era el trato.

Vosotros lo elegisteis.

Fran Gutiérrez.

Autor de: Y entonces me levanté

Leer más…

contador visitas gratis