Publicado por Ingo el 28 de Noviembre de 2009 a las 8:09am
Palabra de Dios“Y el Verbo se hizo carne”“Y el Verbo se hizo carne y ha vivido entre nosotros”. Yo Mismo, la Palabra eterna, bajé hacia la Tierra y Me encarné. Fue un acto de Amor trascendental y de misericordia que Yo Me sentí motivado de reanudar el vínculo con los hombres que se habían alejado de Mí infinitamente lejos, que no eran más capaces de percibir Mi voz, que ya no quisieron escuchar Mi Palabra, quienes ya no tenían ninguna relación con la Palabra de Eternidad.Ellos mismos tenían la culpa de ese alejamiento tan grande de Mí, y jamás les hubiese sido posible de suprimir con su propia fuerza esa tan gran distancia de Mí, nunca jamás hubiese sido posible para ellos escuchar Mi Palabra como lo fue al principio, cuando Yo pude comunicarme a través de la Palabra con todos los Seres llamados por Mí a la vida.Por eso Mi Amor mismo ha cruzado la gran distancia. Yo Mismo vine hacia la Tierra y Me encarné y traté entonces de establecer una comunicación con Mis Creaciones, para volver a hablarles y construirles un puente que regresaba hacia Mí en el Reino de la Luz y de la beatitud. Yo Mismo Soy la Palabra de Eternidad, sin embargo, Yo no hubiese podido dirigir la Palabra evidentemente a ningún hombre desde la Altura, para no trasladarlo en un estado de coerción, aquellos quienes una vez habían salido de Mí como criaturas libres.Ellos tenían que cruzar el puente hacia Mí con todo el libre albedrío, y eso Yo solamente podía alcanzarlo a través de Mi plática, pero que no tenía que resonar extraordinaria, solamente como resonaba una palabra hablada de hombre a hombre. Y por eso Yo Me encarné. Yo Me cubrí con la envoltura humana de Jesús y entonces hablé a los hombres en esa forma. Pero era Mi Palabra que resonaba en ellos, y Yo podía mostrar a los hombres el camino a través de esa Palabra, Yo podía enseñarles y manifestarles Mi voluntad, Yo podía predicarles el Evangelio, la divina Enseñanza de Amor que, otra vez, tenía que transferir a sus Almas en el estado para que cada hombre mismo pudiese percibir en sí Mi Palabra, si esa era su seria voluntad. Sin embargo, antes los hombres tenían que ser redimidos del pecado y de la muerte, antes tenía que ser anulado el pecado original de la separación de Mí, para que entonces la unión Conmigo pudiese ser coronada con la “venida de Mi Espíritu”, para que el hombre otra vez pudiese recibir Mi voz en sí, como fue al principio.“Y el Verbo se hizo carne y ha vivido entre nosotros”. Pocos hombres entienden el significado de estas palabras. La misma Palabra Eterna bajó a la Tierra. Puesto que la humanidad estaba en una gran necesidad, no sabía nada de su estado miserable, de su falta de Luz, de la oscuridad espiritual en la cual deambulaba. Estaba ubicada totalmente aparte de Mí y no hacía nada para acortar esa lejana distancia de Mí. Y a los hombres solamente se les podía ayudar a través de las Enseñanzas, que corresponden a la Verdad. Ellos tenían que ser informados de la Voluntad de Su Dios y Creador, y esa Voluntad tenía que serles anunciada por Mí Mismo.Yo Mismo tuve que dirigirles la Palabra y solamente lo podía a través de un hombre. Entonces Yo Mismo Me encarné en ese hombre, y solamente así fue posible, instruir a todos los hombres en la Verdad, advertirles sobre su forma de vida equivocada, darles a conocer Mi Voluntad y vivir la vida entre ellos, que ellos mismos deberían llevar para otra vez salir de su oscuridad espiritual, para andar el camino que Yo señalé a los hombres, para que pudieran otra vez llegar a la vida eterna.Puesto que ellos estaban influenciados por Mi enemigo que siempre los inducía a una forma de vida sin Amor, (3.4.) en la cual ellos entonces también estaban sin fuerza y se quedaban y no podían ganar nada para su ascensión. Yo Mismo les he dado el ejemplo, que el Amor actuaba como una Fuerza. Yo he sanado a los enfermos y también hice otros milagros que solamente la Fuerza del Amor podía llevar a cabo. Yo también les he aclarado sobre las consecuencias de una forma de vida sin Amor, puesto que Yo tuve que aclarar a los hombres primeramente por qué ellos se encontraban en una miseria corporal y espiritual. Yo tuve que ponerles al tanto, que su estado como hombre no podía ser llamado beato, y lo que ellos tenían que hacer para llegar a la beatitud.Y todo eso ellos tenían que oírlo de la boca de Dios. Ellos tenían que oír Mi Palabra, y entonces la Palabra misma bajó hacia la Tierra y tomó la forma de la carne. La Palabra resonó en el Estado primario en un Ser y fue motivo para una beatitud inconmensurable. Y los mismos Seres rechazaron esa beatitud porque ellos se alejaron de Mí voluntariamente y entonces tampoco ya no podían percibir Mi Palabra, porque esa Palabra fue una irradiación de Amor directa de Mí parte, pero que los Seres entonces rechazaron.La excesiva miseria de los hombres en la Tierra movió Mi Amor y misericordia, de acercarme Yo Mismo a ellos y salirles al paso a pesar de su resistencia. Y quien solamente encendía una llama de Amor en sí, aquel Me reconocía y también aceptaba Mi Palabra. Él reconocía también en Mí la divinidad y Me seguía. Sin embargo la mayoría de las veces se veía en Mí solamente al hombre y se valoraba Mi Palabra también solamente como la de un hombre.Yo estaba en medio de ellos, y ellos no Me reconocieron. Sin embargo Yo podía anunciar el Evangelio del Amor, Yo podía siempre, una y otra vez, representar a los hombres la Enseñanza del Amor divino, y Yo podía enseñar a Mis discípulos y entonces mandarlos con la misión en el mundo, de predicar el Evangelio y de atestiguar por Mí Mismo.“La Palabra Misma” había venido a la Tierra y había encarnado para la bendición de la humanidad. Y siempre, donde retumba Mi Palabra, Mi Amor y Mi Misericordia infinita se baja hacia la humanidad e irradia su Amor en los corazones de los hombres, quienes aceptan voluntariamente Mi Palabra, la escuchan y la reconocen como la voz de Su Padre y Me son agradecidos por el gran carisma. Puesto que Yo Mismo Soy la Palabra desde la Eternidad, y quien Me escucha, el entra Conmigo Mismo en la comunicación más íntima, y el también va a alcanzar su última meta en esta Tierra, el va a encontrar la unión completa Conmigo, Su Dios y Padre, hacia el cual el ha regresado definitivamente y será beato para la Eternidad.AménB.D. 8141
Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –
Comentarios