Si creyera que el mundo está perdido no me levantaría agradeciendo por las mañanas,
si no creyera en el amor, no besaría a mis hijos y a mi esposa por las mañanas al levantarnos,
si no creyera en un Dios, no me hubiera acercado a mi compañera para servir de puente a esos maravillosos seres que nos eligieron de guías,
si no creyera en un futuro, no les haría recordar a mis hijos, que los demás seres del planeta merecen amor y respeto,
si no creyera en el respeto y el amor incondicional no vería al hombre como una divinidad encarnada,
si no creyera en el hombre…creería que el mundo está perdido.
Gustavo Agüera
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