SENTIRSE MISERABLE

10883602689?profile=originalCuando nos sentimos heridos emocionalmente, puedensurgir memorias que la mayoría de nosotros quiere arrojaral sótano del inconsciente. Pensamos que el tiempo seencargará de curarlas, pero ellas continúan volviendo.He aquí un método mucho más efectivo para curarlas..."Si te estás sintiendo desgraciado, deja que esto seauna meditación. Siéntate en silencio, cierra laspuertas. Primero, siente la desgracia con tanta intensidadcomo sea posible. Siente el dolor. Alguien te ha insultado:Ahora, la mejor manera de esquivar el dolor consiste en ir einsultarle, a fin de poder estar ocupado con esa persona.Eso no es meditación.Si alguien te ha insultado, agradécele porque te ha dadola oportunidad de sentir una herida profunda. Esa persona haabierto una herida. La herida puede haber sido creada pormuchos, muchos insultos que has padecido en toda tu vida;puede que esa persona no sea la causa de todo elsufrimiento, pero ha disparado un proceso.Simplemente cierra tu habitación, siéntate en silencio,sin enojo por la persona, pero con total atención alsentimiento que está surgiendo en ti: el sentimiento dedolor porque has sido rechazado, porque se te ha insultado.Y, entonces te quedarás sorprendido pues no sólo esapersona está ahí: todos los hombres y todas las mujeresy toda la gente que alguna vez te ha insultado empezarán apasar por tu memoria.Empezarás no solo a recordarlos, empezarás a revivirlos.Entrarás en una especie de primal. Siente el dolor, sientela pena, no la esquives. Por eso es que, en muchas terapiasse le pide al paciente que no tome droga alguna antes de queempiece la terapia, por la razón simple de que las drogasson una forma de escapar de tu miseria interior. No tepermiten ver las heridas, las reprimen. No te dejan penetraren tu sufrimiento y, a menos que penetres en tu sufrimiento,no puedes ser liberado de su aprisionamiento.Es perfectamente científico dejar todas las drogas antesde entrar en la terapia, si es posible incluso drogas comoel café, el té, el cigarrillo, porque son todas formasde escapar. ¿Has observado? Cuando te sientes nerviosoinmediatamente empiezas a fumar. Es una forma de evitar elnerviosismo; te entretienes fumando. En realidad es unaregresión. El cigarrillo te hace sentir otra vez como unniño – despreocupado, irresponsable- porque elcigarrillo no es más que un seno simbólico. El humocaliente te lleva simplemente otra vez a los días en quete alimentabas del pecho materno y la leche tibia ibapenetrando: El pezón se ha convertido en un cigarrillo. Elcigarrillo es un pezón simbólico. Por medio de laregresión esquivas las responsabilidades y las penas deser adulto. Y eso es lo que sucede con muchas, muchasdrogas.El hombre moderno está drogado como nunca antes, porqueestá viviendo en un gran sufrimiento. Sin las drogassería imposible vivir con tanto sufrimiento. Esas drogascrean una barrera; te mantienen drogado, no te permiten lasensibilidad suficiente para reconocer tu pena. La primeracosa a hacer es cerrar las puertas y detener toda clase deocupación: mirar la tele, escuchar la radio, leer unlibro.Detén todas las ocupaciones, porque eso también es unadroga sutil. Permanece simplemente en silencio,completamente solo. Ni siquiera ores, porque eso nuevamentees una droga, empiezas a entretenerte, empiezas a hablar conDios, te escapas de ti mismo. Atisha lo dice: simplementesé tú mismo. No importa el dolor, no importa elsufrimiento producido. Ante todo experiméntalo en su totalintensidad. Será difícil, tendrás que entregar elcorazón: Puede que empieces a llorar como un niño, puedeque te revuelques por el suelo por la profundidad de lapena, tu cuerpo puede tener contorsiones. Puede que te descuenta súbitamente de que la pena no sólo está en elcorazón, sino en todo el cuerpo, de que duele por todaspartes, de que es penoso por todas partes, de que todo tucuerpo no es otra cosa que dolor. Si lo puedes experimentar-esto es de tremenda importancia- entonces empieza aabsorberlo.No lo deseches. Es una energía tan valiosa, no ladeseches. Absórbela, bébetela, acéptala, dale labienvenida, siéntete agradecido. Y, puedes decirte: "Estavez no voy a esquivarlo, esta vez no voy a rechazarlo, estavez no voy a desecharlo. Esta vez me lo beberé y lorecibiré como a un huésped. Esta vez lo voy a digerir".Puede que te lleve unos pocos días el ser capaz dedigerirlo, pero el día que esto suceda habrás dado conuna puerta que te llevará realmente muy, muy lejos.Una nueva jornada ha empezado en tu vida, te estásdesplazando hacia una nueva clase de ser, porqueinmediatamente, en el momento en que aceptas la pena sinningún rechazo, su energía y su cualidad cambian. Dejade ser una pena. En realidad uno se queda sorprendido, no lopuede creer, es algo tan increíble. Uno no puede creer queel sufrimiento pueda ser transformado en éxtasis, que lapena se puede convertir en gozo. Cuando una cosa cualquieraes total, se transforma en su opuesto.Éste es un gran secreto que debe recordarse. Cuando algoes total se cambia a su opuesto, porque no hay forma deseguir adelante; se ha llegado al final. Observa un viejoreloj de péndulo. Lo hace una y otra vez: el péndulo vahacia la izquierda, a la extrema izquierda, y luego hay unpunto que no puede traspasar; entonces empieza a moversehacia la derecha. Los opuestos son complementarios. Sipuedes sufrir tu sufrimiento en su totalidad, con granintensidad, te quedarás sorprendido. .. No serás capazde creértelo cuando sucede la primera vez, que tu propiosufrimiento absorbido voluntariamente, con aceptación, seconvierta en una gran bendición. La misma energía que seconvierte en odio, se convierte en placer; la mismaenergía que se convierte en sufrimiento, se convierte enbendición".Osho, extracto de El Libro de la Sabiduría, capítulo 5
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