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Resiliencia: aprender a recuperarse

Cómo recuperarse mejor.
La resiliencia le puede llegar más fácilmente a algunos que a otros pero cualquier persona puede aprender la habilidad. La resiliencia es la capacidad para responder y recuperarse cuando la vida te golpea. La actitud lo es todo: no te veas como una víctima, cuida de ti mismo y encuentra consuelo en los amigos/as.

“Necesitamos estrés para crecer”, explica la experta en resiliencia Marie Steinhardt, profesora de educación para la salud en la Universidad de Texas en Austin. “Es como hacer ejercicio: no vas a conseguir ser más fuerte a menos que trabajes en tu musculo. Si no lo trabajas, se atrofia». Los pasos a seguir para no desfallecer son los siguientes:

1. Sé dueño de tu vida
Cuando nos enfrentamos a una mala noticia, es difícil no sacar conclusiones extremas, y la mayoría de veces, erróneas.
Un gran paso hacia la recuperación es reconocer que somos los autores de nuestras vidas, capaces de cambiar nuestras acciones. Sólo cambia tu actitud, los factores externos no los puedes cambiar.

2. Los problemas son temporales
Las personas más resilientes reducen el “locus de control interno” – en otras palabras, ellos creen que las acciones que realizan afectará el resultado. Así que ellos no pierden nunca. Se dan cuenta de que un revés como un despido o un conflicto puede ser un desafío y una oportunidad.

Jeffrey B. Rubin, autor de “El arte de florecer”: “El éxito es a menudo un obstáculo para el aprendizaje”, dice. “Cuando todo va bien, seguimos haciendo lo que funcionó, y no aprendemos mucho. Pero la crisis puede dar lugar a un gran avance”.
Así que cuando estés obcecado, escribe tus opciones. Piensa en amigos a los que puedas llamar (las personas resilientes ven las cosas desde múltiples perspectivas) o libros que te puedan ayudar; y lo más imporante, pregúntate como has llegado donde estás y como has solucionado tus problemas anteriores y busca nuevas soluciones a tus conflictos. Entrénate a pensar, sé flexible.

3. Ejercítate y relájate
La salud física es uno de los pilares de la resiliencia. Antes y durante una crisis, es esencial tener hábitos saludables, como comer bien, hacer ejercicio y evitar los cambiadores del estado de ánimo como el alcohol y otros vicios.
Cuando se trata de hacer frente a problemas, el yoga es especialmente beneficioso. Un estudio reciente de la Harvard Medical School estudiaron a un grupo de estudiantes a lo largo de 11 semanas. “El yoga promueve la auto-regulación, que es la capacidad de dar un paso atrás de una situación y no ser reactivo”, dice Jessica J. Noggle, Ph.D., uno de los investigadores.

4. Socialízate
Un estudio realizado en 2007 por la Universidad de psicólogos de Chicago encontró que las personas socialmente aisladas tienen un tiempo mucho más difícil recuperarse de problemas de la vida. “Cuanto más se oculta el problema, más poder tiene sobre ti”. “Otra gente te recuerda quién eres y te hace reflexionar que sigues siendo la misma persona” dicen los piscólogos.“Tener un grupo” ayuda a desarrollar un sentido de pertenencia y cuando las cosas empeoran, puede ser el componente más importante de todos.

Como 5 y último paso, en mi opinión, el más importante:

5. Organízate
A medida que crecemos, abarcamos más conceptos, más situaciones, más actividades, que sin una adecuada organización de los eventos, puedes llegar a perderlo todo, a que los sucesos te sobrepasen y entonces, vengan todo tipo de problemas como la ansiedad, la tristeza o la desesperación.

Con todos estos pasos, hacerle frente a los problemas que nos suceden a diarioa, es mas senzillo y tu vida, puedes llegar a ser lo que siempre has deseado.

Autores:
Marie Steinhardt, profesora de educación para la salud en la Universidad de Texas en Austin, es especialista en el estudio de la resiliencia y experta en la curación del cuerpo humano a través de la mente.
Jeffrey B. Rubin es considerado uno de los principales integradores de las tradiciones orientales y occidentales de meditación psicoterapéutica.