¿Por qué tengo que hablar con mi hijo sobre drogas?

¿Por qué debería hablar con sus hijos sobre drogas incluso antes de que estén expuestos a ellas? Al igual que cuando vacuna a sus hijos cuando son pequeños contra enfermedades como el sarampión que ponen en peligro la vida, usted puede "inmunizar" a sus hijos contra el consumo de drogas dándoles información antes que se enfrenten con las sustancias."Si nosotros como padres no asumimos la responsabilidad de educar a nuestros hijos sobre las drogas, ellos obtendrán la información de otras personas", explica La L.E.P. Cassina Ibarra y esa información podría no ser la correcta. Frecuentemente, sin esa información y a causa de la influencia de sus compañeros y su deseo de sentirse parte del grupo, los niños se lanzan a experimentar sin tener idea de lo que hacen."¿Qué debería decirle a mi hijo?Desde la edad preescolar hasta a los 7 añosNo se descorazone porque tiene que hablar con sus hijos pequeños sobre este tema. Seguramente, usted ya ha preparado el terreno para esa conversación. Cuando le dice a su hijo pequeño: "Esta medicina es para el dolor de oídos de Héctor, pero si toma demasiada medicina se sentirá mal" o "sólo tomamos medicamentos cuando lo indica el médico", usted ya ha empezado a transmitirle la idea de que algunas sustancias pueden dañar al cuerpo.A esta edad, es posible que algunos niños ya estén listos para recibir el mensaje de que beber café o muchos refrescos con cafeína no es bueno para los niños."Este tipo de conversaciones está echando los cimientos para las conductas saludables en el hogar", afirma La L.E.P. Cassina Ibarra.Para niños un poco mayores, entre los 4 y 7 años, las charlas pueden ser más amplias. La L.E.P. Cassina sugiere aconsejar a los niños de esta edad que digan no si un extraño les ofrece caramelos y que le cuenten luego a un adulto en el que confíen. También recomienda simular esta situación con los niños mayores de este grupo etario, para que puedan practicar el autocontrol diciendo no.El Psicólogo Esteban Villegas, Catedrático de la U.P.V., sugiere prestar atención a los momentos apropiados para la enseñanza. Por ejemplo, cuando mire televisión con sus hijos y vea a alguien fumando, aproveche esta oportunidad para hablar sobre los cigarrillos."Fumar puede ser un buen comienzo porque aparece mucho en los medios de comunicación", afirma el Dr. Acquavella. "Puede empezar diciendo 'piensa que te estarás metiendo toda esta porquería en tu cuerpo' y luego a partir de ahí siga hablando sobre otras drogas. Es una forma de empezar a tocar el tema de que existen sustancias químicas que pueden perjudicarnos, tanto si son legales como si no lo son."El tono de estas conversaciones debe ser tranquilo, tómese tiempo para escuchar lo que dicen sus hijos. Sea específico respecto a los efectos de las drogas sobre las que está hablando: cómo hacen que la persona se sienta físicamente, el riesgo de sobredosis y el daño a largo plazo que pueden causar. Puede que usted tenga que hacer un poco de investigación para poder darles información a sus hijos.Entre los 8 y 12 añosA medida que sus hijos crecen, usted puede hablar con ellos más abiertamente sobre drogas y preguntarles lo que piensan. "Hágales preguntas de interpretación abierta", afirma el Psicólogo Villegas, "a los niños no les gustan los sermones, lo que esperan es que papá se siente y les diga, 'Vi un programa sobre drogas en el trabajo y me pregunté, ¿qué es lo que les enseñan a ustedes en la escuela? ¿Hay drogas en la escuela? ¿Qué saben sobre ellas?'"Incluso si esto no provoca inmediatamente una discusión, usted ha hecho que sus hijos tomen conciencia del tema y que piensen en ello. Si les muestra que está dispuesto a hablarles abiertamente y a oír lo que tienen que decir, estarán más dispuestos a acudir a usted cuando necesiten ayuda en el futuro.Las noticias, como las relacionadas con el uso de esteroides en los deportes profesionales, son también puntos de partida para entablar una conversación informal sobre los sucesos de actualidad. Estas conversaciones pueden ofrecer información a sus hijos sobre los riesgos de las drogas, añade el Psicólogo Villegas."No hace mucho, murieron cinco chicas en un accidente de tráfico en Filadelfia y la autopsia indicó que habían estado "inhalando", dice refiriéndose a la práctica de oler gases tóxicos de latas de aerosol. "Y como dijo uno de los médicos de la TV, por muy trágico que sea esto, éste es el momento perfecto para que los padres inicien una conversación sobre el tema."Hable abiertamente sobre cómo usar de manera segura productos como el esmalte de uñas o marcadores permanentes en un sitio bien ventilado porque el olor de los gases que desprenden esos productos pueden dañar el cuerpo. Esta es una lección que vale la pena sacar a relucir en el momento de pintar o mientras trabaja en actividades similares.Aunque los inhalantes como el limpiador del teclado de la computadora usado por las chicas de Filadelfia son un problema -algunos estudios sugieren que uno de cada cinco niños los ha probado antes de llegar al octavo grado- existen otras dos sustancias perfectamente legales que resultan comúnmente en que los niños prueben drogas ilegales."Usted debe tener normas claras con respecto a fumar y al consumo de alcohol para sus hijos, porque éstas generalmente se conocen como las drogas que sirven de puerta de entrada a otras", afirma el Psicólogo Villegas añade que cuando se compara a los niños que acaban en centros de tratamiento para el abuso de drogas y a los niños sin problemas de drogas, el número de niños que fuman en el primer grupo equivale a dos o tres veces el número de niños del segundo grupo.Su propia conducta influirá en si los niños prueban tabaco y alcohol. "Es difícil decirle a un niño que no debe fumar ni beber cuando usted está sentado con un cigarrillo en una mano y un Jim Beam en la otra," afirma el Psicólogo Esteban Villegas.Entre los 13 y 17 añosA esta edad, es probable que sus hijos conozcan a otros jóvenes que abusan del alcohol o de las drogas y que tengan amigos que conducen. Es importante que les recalque los peligros que supone conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. "Cuando los chicos conducen o van en coche con chicos mayores que conducen, usted debería sentarse y decirles, 'algunas personas consumen drogas, algunas personas beben y no quiero que vayas en el coche de nadie que esté bajo la influencia del alcohol o de drogas'", aconseja el Psicólogo Esteban Villegas. Hable sobre los temas legales -las condenas que existen por conducir bajo los efectos de las drogas y el alcohol y la posibilidad de que alguien muera o sufra lesiones muy graves en un accidente por conducir en este estado.Es una buena idea preparar un contrato escrito o tácito que cubra las condiciones para las salidas o cuando use el coche. Usted puede comprometerse a recoger a su hijo a cualquier hora (¡incluso a las 2 de la madrugada!) sin hacerle preguntas si promete llamarle cuando la persona que tenía que llevarle de regreso a casa ha consumido alcohol o drogas."Dígale, 'puedes llamarme en cualquier momento del día o de la noche si te preocupa ir en coche con alguien y yo iré a buscarte,'" dice el Psicólogo Villegas. "'No te gritaré, ni reñiré. Al día siguiente, hablaremos de por qué te encontraste en esa situación, pero no me enojaré.'"El contrato puede también detallar otras situaciones: por ejemplo, si usted encuentra que alguien ha estado bebiendo o consumiendo drogas en su coche mientras su hijo lo estaba usando, los privilegios de conducir serán suspendidos por 6 meses."Si usted lo presenta por adelantado y no los sorprende, funcionará mejor," afirma el Psicólogo Villegas. "Para empezar, conocen las normas y no pueden discutirlas. Pero usted tiene que ser coherente con su cumplimiento."Factores de riesgo y consejos para padres"Nadie es inmune a las drogas", afirma el Psicólogo Villegas. "Usted puede ser el mejor padre o la mejor madre, su hijo puede ser el mejor hijo, pueden tener una relación maravillosa, pero él podría encontrarse en el lugar equivocado, en el momento equivocado y eso sería suficiente para meterse en problemas".Sin embargo, ciertos grupos de niños parecen más propensos al consumo de drogas que otros. Un potente indicador del consumo de drogas es tener amigos que las consumen. La mejor manera de combatir esto es conocer a los amigos de sus hijos -y a sus padres."Participe en la escuela y entérese de lo que sucede", sugiere la L.E.P. Cassina Ibarra. "Conozca su vecindario, porque las tendencias en el consumo de drogas varían según el sitio." Si la escuela de su hijo tiene un programa antidroga, participe en él. ¡Puede que hasta aprenda algo!Los niños aislados del resto, por ejemplo, los adolescentes homosexuales o niños deprimidos o que han sido víctimas del abuso, son también más propensos al consumo de drogas. Preste atención a cómo se sienten sus hijos y recurra inmediatamente al tratamiento médico si lo necesitan.Un ambiente familiar abierto, en el que se alienta a los niños a hablar de sus sentimientos, donde se elogian sus logros y se potencia su autoestima animará a que los niños planteen sus preguntas e inquietudes."Suena sensiblero, pero es verdad" afirma el Psicólogo Villegas. "Usted tiene que conocer a sus hijos y saber lo que están haciendo. Dígales y recuérdeles reiteradamente que siempre hay una vía abierta para conversar. Si lo escuchan con suficiente frecuencia, a lo mejor ellos tomarán la iniciativa. Pero si les dice, 'en esta casa no se habla sobre eso', se irán a algún otro lado."
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