LA MAGIA DE CUMPLIR AÑOS

LA MAGIA DE CUMPLIR AÑOS
¿Crees que cumplir años contenga magia? ¡Yo sí creo! Y más ahora que acabo de cumplir un año más de vida y veo que me he convertido más en lo que siempre quise ser y menos en lo que me estaba convirtiendo. Lo que solía considerar como el futuro ahora se ha convertido en mi presente.

Cuando cumplimos años a veces nos preguntamos si nuestra vida hubiera sido mejor si la hubiéramos vivido más plenamente. Pero, también surge la pregunta: ¿cómo podría haberlo hecho? ¡Estaba demasiado ocupada pensando en el futuro!

Cuando hemos pasado una cierta edad, es cuando empezamos a ver los minutos que hemos desperdiciado, y lo último que queremos hacer es perdernos un instante más de nuestra vida no siendo conscientes de lo que está sucediendo en ella. Por fin comprendemos (no solo intelectual sino visceralmente también) que el momento presente es todo cuanto tenemos.

Ya no cerramos más los ojos y nos preguntamos quiénes seremos dentro de veinte años. Vemos el presente como un acto de creación, observamos con más atención nuestros pensamientos, nuestra conducta y nuestras relaciones con los demás. Contemplamos nuestras heridas y le pedimos a Dios que las sane, pedimos perdón por las cosas que hicimos que no estuvieron bien. Ya no intentamos encontrar la satisfacción en nada fuera de nosotros, ni necesitamos a otras personas para sentirnos completas, ni buscamos la paz interior en el pasado o en el futuro. Somos la persona que somos y no la que un día pudimos llegar a ser.

Lo curioso del caso es que cuando nos concentramos en lo que somos y en nuestra vida actual, descubrimos con sorpresa que la diversión del viaje que realizamos se encuentra en el viaje en sí. Los años perdidos no pueden recuperarse tan fácilmente, por eso es tan importante ver que el momento idóneo para dar lo mejor de nosotros es el momento presente. No tenemos una mejor oportunidad.

Evitar la realidad de las circunstancias presentes, nos hace perdernos de los milagros que nos ofrecen; pero podemos observar este engañoso hábito y cultivar la perspectiva más real de ver que, dondequiera que estemos, es el lugar perfecto; sea cual sea el momento, es el momento perfecto.

Ahora comprendo, que el ser esencial que soy, es el mismo a los 30, 40, 50 que cuando tenía 15 años. Así que ¿quién soy en realidad? ¿La mujer que ha cambiado con el paso de los años o el ser inmutable que hay en mí? ¿Una mujer encerrada en el tiempo o el ser que está más allá de él?

Ahora me doy cuenta que el amor detiene el pasado y abre el futuro a nuevas posibilidades. Independientemente de quién sea y de la edad que tenga, en el presente todo es posible. El yo físico envejece, como es natural, pero el yo espiritual no lo hace. Podemos ser físicamente mayores, pero emocional y psicológicamente más jóvenes.

Ahora sé visceralmente que mi existencia no durará siempre, que ya no me queda más tiempo para dar rodeos como si tuviera cinco años, ni para captar mal las cosas, ni para mantener relaciones inútiles o permanecer en situaciones que no me parecen auténticas. Ahora deseo convertirme en un instrumento de precisión, concentrándome exactamente en lo que deseo hacer y siendo exactamente lo que necesito ser.

En eso consiste la magia de una mujer madura, en que ahora sabe qué desea exactamente, le pone piernas y alas a sus sueños; y evita complicarse la vida. Mira de frente y camina con paso firme hacia su sueño, disfrutando a cada instante del viaje, sabe que no hay retorno y por eso mismo no vuelve atrás la mirada.

Carola Estrada
Psicología del Despertar

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de E.A.C. para agregar comentarios!

Join E.A.C.

Temas del blog por etiquetas

  • Y (57)

Archivos mensuales


contador visitas gratis