¡HAY QUE SER EGOÍSTAS!
Cuando seas capaz de verte a ti misma, pero de verdad, VERTE... toda tu existencia se iluminará. Y probablemente ahora estás pensando, "pues si yo me veo a mí misma todos los días, me veo en el espejo, al pasar por una vitrina, en mi polvera...". Pero yo no me refiero a verte con los ojos del cuerpo, sino con los del alma. Cuando una se ve con los ojos del alma, comprende que nada falta, que todo está listo, que solo hay que poner las cosas en el orden correcto; que es necesario ser un poco más consciente, que lo único que se necesita es un poco más de conciencia... el tesoro siempre ha estado aquí.
Y para ser más conscientes, hay que poner mucha atención en el "aquí y ahora", en este instante eterno, que es todo lo que tenemos. Pero, ¿a qué tenemos que prestar tanta atención? La respuesta es, a tí misma, por sobre todas las cosas y todas las personas; préstate muchísima atención a ti misma, porque solo así te estarás conociendo, y al conocerte te estarás amando. Y cuando descubres que te amas por sobre todo y todos, la oscuridad comienza a desaparecer y da lugar a la más hermosa luz... esa luz que brota de tu interior, que brota del amor... del amor a tí misma.
Una vez te vas conociendo, observas tus emociones, las clasificas, las interpretas y las dejas pasar... el siguiente paso es ser EGOÍSTAS, pero no en el mal entendido sentido de la palabra, o sea, no hay que ser una mujer jodida... se puede ser egoísta y tener muchas ganas de compartir. Por ejemplo: si quiero compartir y complacer a las personas que quiero, no lo hago por ellas sino porque para mi son importantes y no me quiero privar del placer de complacerlas, ¿me explico?
Pero cuando hacemos cosas por otros, sin pensar en nosotras, dejamos de ser nosotras mismas, ya no dependemos de nosotras, sino de lo que los demás necesitan de nosotras y... tal vez poco a poco nos vayamos volviendo dependientes de esos otros.
El egoísmo del que hablo es el egoísmo de aquéllos que se quieren lo suficiente como para saber que son valiosos... y que tienen cosas para dar. La cuestión es preferirte a tí misma antes que a ninguna otra persona.
Muchas mujeres creen que si son egoístas ya no pensarán en nadie más, y eso es creer que el cariño, el amor y el compartir... tienen un espacio limitado. No hay ninguna limitación en nuestra capacidad de amar, no existen límites para el amor, y por lo tanto, tenemos mucha capacidad de amarnos a nosotras mismas y también a los demás y por cierto, desde el punto de vista psicológico es imposible que podamos amar a alguien sin querernos a nosotras.
Quien diga que ama mucho a los demás y poco a sí mismo, miente en alguno de los casos.
El amor por los demás se genera y se nutre, pero empieza por el amor a una misma. Y tiene que ver con la posibilidad de verme en el otro, cuando me amo infinitamente, solo entonces me veo en el otro y puedo darle mi amor, el cual también es infinito. Con respecto al amor, nunca nos vaciamos cuando amamos.
No nos encontramos con los otros para mendigar su aprobación y volvernos dependientes de sus necesidades, sino para recorrer juntos algún trecho del camino. Y descubro el amor, y con él el placer de compartir. Y cuando me encuentro con alguien que sufre descubro el placer de consolar. Y cuando me encuentro con alguien en carencia, descubro el placer de dar. Y damos por el placer que nos da a "nosotros" dar.
Estás aquí para contribuir con tu fragancia, simplemente mírate a ti misma, no hay posibilidad de que seas otra persona, puedes disfrutarlo y florecer regada por tu amor por tí, o puedes marchitarte en la condena hacia ti misma.
¡Te aconsejo florecer, regada siempre por el amor!
Carola Estrada
Psicología del Despertar
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