Publicaciones de LUIS FERNANDO CANIZALES M (2)

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El sonido fue primero, luego fue la luz y las intensidades de cada uno de ellos dieron lugar a las formas. Parece una afirmación poco creíble pero que aún en Biblia se manifiesta que es cierta: “Entonces Dios dijo: “Que exista la luz". Y la luz existió. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día.”, de tal manera que primero fue la manifestación de Dios y luego fue la creación, primero el verbo y después todo fue hecho.La música, que es una organización de sonidos a diferentes tonalidades, esta incluida en todas las manifestaciones de universo; de hecho esta trata de dar las armonías a cada suceso, espacio o lugar que se quiere representar, siendo el caso cuando escuchamos música “del espacio”, “música del fondo del mar”, “música de las montañas”, aún la “música del silencio”, que se utilizan para generar ciertos efectos tranquilizadores en los seres vivos.El hombre siempre ha tratado de buscar en la música, o al menos en sonidos musicales, una sintonía con el planeta, por ejemplo, las civilizaciones que encontraron en los sonidos musicales la forma de comunicarse con sus dioses, siendo así como lograban entrar en trance los sacerdotes o consejeros de diferentes tribus de la tierra haciendo sonar instrumentos de viento o de percusión y estas frecuencias musicales, adicionadas de bebidas o “tomas” de bebidas elaboradas con plantas sagradas, les permitían escuchar lo que debían transmitir a sus jefes, congéneres, soldados o enfermos para su futuro inmediato.La cultura tradicional ancestral siempre ha manifestado, de una forma simbólica, que para poder vivir en tranquilidad y paz debemos estar en resonancia con los sonidos del universo, por que la misma vida es música. Al final de cuentas música puede ser toda cadena de sonidos que se pueda manifestar al oído humano, independiente de que suene bien para uno y para otros no. De cualquier forma el agrado o no de un sonido para un ser vivo depende del grado de sintonía que tenga en el momento de escucharla; para una madre el sonido del corazón de su hijo es la máxima manifestación de alegría para sus oídos, el llanto de un ser humano también se puede convertir, en un momento determinado, en una descarga beneficiosa a través de ese sonido; el trinar de un ave, puede sonar muy hermoso pero para una persona, pero en un determinado momento puede ser insoportable por la agudeza de su canto.Una vez aceptado que el sonido esta inmerso en todos los elementos que existen en el universo, conocidos o no por el ser humano, se puede entrar a pensar que la música esta de igual manera en todas las formas existentes.LA MUSICA MODERNA Y SU CONEXIÓN CON LO TRIBALEn la actualidad el concepto de los mayores, con respecto a la música que escuchan los jóvenes, es muy desfavorable. Es una música que no ofrece un mensaje amoroso, que se ofrece a una frecuencia muy alta, con exceso de tonalidades baja y segmentos muy repetitivos, son los comentarios generales, además del alto volumen al que se reproduce.Lo descrito anteriormente es cierto pero no en un todo, por que los conceptos se están dando por la forma pero no hemos incursionado en su fondo.Si observamos lo que se nos ha transmitido, por referencias orales, escritas y medios audiovisuales, de las diferente ceremonias tribales que los hombres llevaban a cabo, podemos destacar que siempre lo hacían en reuniones grupales, utilizando el sonido de tambores, cantos, danzando con saltos y choques entre los danzantes, todos al comando de su chaman o jefe de ritual y utilizando bebidas sagradas que los hacían mantener en “trance”. Estos elementos se conjugaban para encontrar una conexión con Dios o con el amor de Él representado por sus propias imágenes de sus dioses, pero nunca como un acto de deterioro social, es decir esto significaba una búsqueda de algo superior.Si comparamos el comportamiento tribal con las actitudes de la juventud actual encontramos que también escuchan la música en grupos, es una música de repetición de segmentos tonales cuya base son los sonidos bajos que suenan similar que los tambores tribales; su bailes son saltos, gritos y choques entre sus cuerpos, el jefe del ritual ahora lo llaman “disc jockey” o “D.J” quien se encarga de llevar el grupo al punto máximo de expresión. Ahora viene lo complicado en la actualidad, pues si antes se utilizaban bebidas sagradas ahora se usan “drogas malditas” y al parecer lo hacen sin ningún sentido real, pero es en este punto donde vale la pena reflexionar mas profundo. Si antes para entrar en trance su usaban bebidas sagradas los jóvenes de hoy buscan en las drogas sintéticas también entrar en trance; los ancestros entraban en trance para conectarse con sus seres superiores y los muchachos actualmente con quien buscan conectarse?, a simple vista no parece que se buscara una conexión superior, simplemente aparenta ser para sólo tener fuerzas extras para resistir “la rumba”.Observemos las últimas afirmaciones de esta manera. Si escuchamos detenidamente el sonido de los tambores tribales y la base de la música actual de los muchachos modernos, encontramos que se puede reducir aun sonido semejante al sonido amplificado del corazón, lo que explicaría un principio de conexión entre la música tribal y la actual, ambos desean conectarse con la frecuencia sonora del corazón y de esta manera encontrar la conexión con la frecuencia universal de su origen; o que en otras palabras significa conectarse con el amor original, es decir el amor de sus padres que antes eran sus dioses y ahora podrían ser los padres biológicos de los jóvenes.Realmente vale la pena entender por que se escucha la música hoy día de esa manera, el mensaje de los tribales era algo como pidiendo a los dioses “ayúdanos a defendernos y a encontrar soluciones a situaciones que no conocemos” y cual podría ser el mensaje de hoy?, será que todo lo podemos reducir a seguir juzgando a la juventud como viciosos y drogadictos, dejando de lado la responsabilidad que tienen los mayores con respecto a esa situación?, cabria reflexionar si estos muchachos, a través de esa música, podrían estar llamando o buscando también a sus “dioses”, con la diferencia que no saben donde ni como, por que se sienten abandonados por los padres modernos que permanecen ocupados y solo tienen tiempo para sus negocios, actividades laborales y económicas?; que al igual que en sus negocios y actividades, estos padres, sólo esperan resultados en sus hijos, sin sembrar en ellos nada espiritual o afectivo?.Los jóvenes de hoy están lanzando un gran grito de búsqueda de amor, acompañamiento y comprensión, pero lo único que reciben es materialismo y juicio por sus actos. Sigamos buscando el mensaje en ellos, si los tribales por sus ceremonias eran escuchados, ahora los jóvenes a través de sus comportamiento necesitan ser también escuchados y comprendidos por sus protectores, no critiquemos su música escuchemos más allá, escuchemos la música del alma que lo único que esta tratando de hacer es equilibrar el movimiento universal, por que cabe recordar que “el universo no juzga simplemente actúa”.
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Una mascota es como una hoja de papel en blanco, donde su propietario o su familia inscriben todas sus emociones.Esta afirmación que suena socialmente ilógica pero que energéticamente tiene toda la veracidad del caso, me permite poder expresar que los animales que acompañan cotidianamente a los seres humanos no se enferman, somos nosotros quienes los enfermamos al proyectar en sus campos bioenergéticos todas nuestros sentimientos y emociones, comportándose como una pantalla somatizadora donde se muestra a través de sus dolencias y padecimientos lo que viene sufriendo su dueño, su familia, su cuidador y en muchos casos nos muestran alguna situación que ni siquiera ha empezado a tener manifestación clínica alguna.Las mascotas son altamente sensibles a procesos patológicos de tipo sicológico y físico, y si se permite avanzar en el concepto, también lo son de situaciones ultradimensionales que ni siquiera el ser humano está en capacidad consciente de percibir a través de sus cinco sentidos.Es importante establecer que esta visualización hacia los animales bajo el concepto de ser procesadores de energías desequilibradas de sus dueños o cuidadores no es nueva como concepto, pues hay que recordar que los abuelos, y actualmente, algunos campesinos tradicionalistas, mantienen en sus casas rurales animales como camuros u ovejos de pelo, palomos y otras especies de aves como sensores biológicos para evitar la presencia de enfermedades que provoquen la muerte de otros animales de explotación o aún de quienes habitan la propiedad. Ortodoxamente esto es una “protección” energética para evitar que lleguen epidemias, sin que exista la necesidad de profundizar en el mecanismo de acción de este proceder. Pero actualmente se puede encontrar una explicación, desde el punto de vista de la energía quántica, para determinar que esta costumbre tiene mucho de verdad en su objetivo.Volviendo al tema de las mascotas, es importante determinar que una mascota es un animal doméstico que por sus características anatómicas, fisiológicas, genéticas y “sociales” le permiten compartir su espacio vital con el de los seres humanos sin aparente peligro para alguno de los dos. Y digo aparente peligro en razón a que quien generalmente tiene mayor probabilidad de adquirir enfermedad o sufrir accidentes es el animal, porque para poder satisfacer la necesidad egoíca del propietario ha tenido que modificar su comportamiento natural por otro más humanizado y menos “animalizado”.Es que las personas tenemos una visión tan alterada de la realidad misma que la manera de describir una sociedad irracional, que se deja llevar por la energía del instinto, que no reacciona ante sus congéneres de manera compasiva, que vive en medio de la generación de violencia y que parece no responder a autoridad alguna, es la de “viven como animales”, lo que realmente despierta una pena interior con los animales que nos acompañan en este hermoso planeta. Ojalá los primates humanos aprendiéramos a vivir como animales, porque respetaríamos al alfa, al mayor o a la autoridad; solo tomaríamos de la naturaleza lo que necesitáramos para alimentarnos y poder abrigarnos sin detrimento de las demás especies; la protección a los hijos y descendientes sería ideal por que los hijos podrían iniciar vida independiente sin los miedos de los padres y los hijos entendería que sus padres sólo tienen la obligación de darle la vida y el impulso inicial para aprender a defenderse por sus propios medios y de esta manera vivir en armonía con su entorno físico y emocional. Pero lo que parece una ofensa para otro ser humano puede ser visto como un insulto para los propios animales cuando los utilizamos como mascotas humanizadas, robándoles su libertad de ser lo que vinieron a ser en este mundo y asignándoles roles de los hijos, amigos y compañeros que no hemos tenido o que ya nos han dejado.Acaso puede encontrarse que los animales respondan de manera irracional ante sus congéneres, sin hacer caso a esa información instintiva que le permite obrar conforme a su codificación genética en cuanto a la jerarquía de grupo o especie, instinto materno, supervivencia alimentaria y reproductiva?; las disputas entre los animales no son por diferencias personales entre sí, o por que uno sea de un color diferente al otro; no, ellos lo hacen por la supervivencia, por ser una manera de demostrar la fuerza vital necesaria dentro del mismo grupo o especie para asegurar su permanencia en este planeta. Esta superioridad demostrada y posicionada finalmente se transmite a través de un mejoramiento genético cuando lo requiere el propio entorno, haciendo necesario aumentar su capacidad física para defenderse de predadores mayores y de algunas enfermedades, transmitiendo características de resistencia a través a su descendencia. A este comportamiento finalmente se le denomina selección natural.De acuerdo con la nueva medicina alemana del Dr. Ryke Geerd Hammer en un Extracto de ”Testamento per una Nuova Medicina: Conflictos Biológicos del Hombre y de los Animales”, el afirma que: “Entre los animales observamos que la ayuda proveniente del exterior para superación del conflicto, cosa no prevista por la naturaleza, no representa una añadidura de calidad para la raza, sino en todo caso una ventaja cuantitativa, es decir, una disminución de calidad (más individuos pero menos fuertes)”. Y esto viene al caso por que el ser humano la mayoría de las ocasiones cuando cree ayudar a un animal lo que realmente está haciendo es lo contrario y para ello le invito a hacer el siguiente ejercicio:Imagínese que usted tiene la posibilidad de hacer todo lo que considere conveniente para ayudar un perro que está buscando comida en un lote de terreno donde los vecinos arrojan la basura de sus casa vecinas, que tiene el pelo ensortijado y sucio, de bajo peso, en una mañana fría y que no tiene collar ni identificación alguna. Recuerde que usted tiene la posibilidad de ayudar a este animal.Muy seguramente la primera impresión que tuvo usted fue de sentir una profunda lástima y seguidamente se atravesó el deseo de mandar a recoger el animal (la mayoría prefieren mandarlo hacer que hacerlo ellos mismos), de llevarlo a una sala de belleza canina para someterlo a un espumoso baño, dejarle el pelo limpio, brillante y sedoso; aplicarle un tratamiento contra ectoparásitos y ofrecerle un alimento concentrado de un sabor que a usted le parece muy palatable; y, finalmente, llevarlo a casa para adoptarlo como mascota para su orgullo y la de su familia, fundamentado en la amorosa generosidad manifiesta en el acto que acaba de realizar.Esta acción es catalogada como un acto humanitario con un animal abandonado, muerto de hambre, sucio, pulgoso y muy triste; por lo que usted le acaba de extender su mano para acabar con su sufrimiento.Pero ahora analice. Lo que usted imagino hacer no es la forma de vida del perro en la calle, lo que acaba de hacer es todo lo que quisiera que hicieran por usted si estuviera en las condiciones de ese animal que se le aparece en frente. Por algún momento se ha puesto en el lugar del perro como perro? Y no en el lugar de perro como humano?, seguro que no, porque es muy natural que proyectemos nuestras necesidades y miedos en aquellos que tomamos como fieles compañeros de diferentes especies animales. Será que a ese perro callejero le gusta el agua y el baño que usted le brindó para que se viera limpio, quien le dijo que el perro no era feliz sucio, que el olor de ese jabón de baño es químicamente muy fuerte para su piel y para su olfato; que el alimento concentrado no es del todo agradable por su textura y sabor para el, a pesar que en el empaque diga con delicioso sabor a pollo o carne; y para colmo a usted se le ocurrió encarcelar en cuatro paredes a un animal que era perfectamente libre de ir o venir donde quisiera y que sólo respondía naturalmente a su capacidad de obtener el alimento, utilizando instintivamente su olfato, para caminar más o menos distancia diariamente.Entonces observemos que realmente las mascotas sufren más por la humanización que hacemos permanentemente de ellas; por que el hombre siempre ha creído que su “perfección” le permite dominar a la naturaleza y modificarla conforme a sus caprichos, sin pensar que históricamente la genética y la naturaleza no juzgan simplemente actúan conforme a las leyes universales que las rigen.Pero, cuando un animal deja de ser libre para convertirse en mascota?, cuando el hombre siente la necesidad de aliviar una carga emocional o sentimental de sí mismo o de uno de sus allegados; una mascota es un animal que ha perdido su libertad natural y se ofrece a su amo para ser más que mascota su sanador, equilibrando sus energías, asumiendo trastornos y enfermedades que deberían ser “leídas” profundamente para que no fuese en vano esa labor animal en favor de los humanos, siendo esta una situación donde los médicos veterinarios, en muchas ocasiones, no asumimos el verdadero rol frente a los casos que se nos aparecen a diario en la consulta.Dentro del contexto propio de la medicina, ésta debe ocuparse de la prevención, manejo y alivio de las diferentes patologías, síndromes y lesiones que sufre la especie humana, de allí, entonces, se derivan las distintas especialidades médicas. Pero hay que recordar que los médicos veterinarios somos responsables, también, de la salud humana procurando que todo alimento de origen animal sea obtenido y procesado en las condiciones adecuadas para evitar que el ser humano que los fuese a consumir pudiese enfermar o a deteriorar su calidad de vida, reafirmando la condición de médico; pero a su vez, como veterinarios, debemos cumplir con la función de prevenir, manejar y aliviar las diferentes patologías que se pueden sufrir las diferentes especies animales, tanto domésticas como silvestres. Esta condición convierte al Médico Veterinario en un importantísimo eslabón en la salud tanto humana como animal, por lo que este rol de servicio en la salud es de inmensa responsabilidad.La invitación es a dar otra mirada a nuestras mascotas, una mirada desde el corazón y no desde la razón o el sentimiento; eso les haría más felices y pondríamos en marcha el proceso de desapego que tanta falta nos hace practicar a los seres humanos.
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