hijo - E.A.C.2024-03-29T09:04:02Zhttps://altaeducacion.org/group/transgeneracional/forum/topics/feed/tag/hijoCARTA DE ADANOWSKY A SU PADRE ALEJANDRO JODOROWSKY.https://altaeducacion.org/group/transgeneracional/forum/topics/carta-de-adanowsky-a-su-padre-alejandro-jodorowsky2020-07-15T21:25:39.000Z2020-07-15T21:25:39.000ZVioleta Zurkanhttps://altaeducacion.org/members/Violeta<div><p><a href="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/6910262675?profile=original" target="_blank" rel="noopener"><img src="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/6910262675?profile=RESIZE_710x" class="align-center" width="350"/></a><span class="fbPhotosPhotoCaption" id="fbPhotoSnowliftCaption"><span class="hasCaption"><br/> <br/> <span style="font-size: 12pt;">Querido padre, Alejandro, tú que siempre pensaste que llamar a su padre "Papá" era un error. Que Papá y Mamá eran las primeras palabras que podía pronunciar un bebé y que llamar a sus padres así siendo adulto era mantener preso a sus hijos como niños. Tu que me decías "no me llamo Papá, me llamo Alejandro, yo no te llamo adad, dada o adadá.."</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">E</span><span class="text_exposed_show"><span style="font-size: 12pt;">scribo esta carta públicamente porque quiero que el mundo sepa que el amor entre padre e hijo existe.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Veo en el planeta cientos de casos con padres ausentes o que no aceptan a sus hijos como son.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Por eso hoy quiero que el mundo sepa cual puede ser una verdadera relación de amor y respeto. Espero le pueda servir a este planeta. Que sirva de ejemplo para que el mundo se transforme en algo mejor y dejen de crear guerras que son productos de rabia contenida.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Llamarte Alejandro no me quitó nada, al contrario, no te vi como una figura emblemática, ni como un ser superior, pero como un aliado, un ser lleno de bondad. Llamarte Alejandro es lo más tierno y maravilloso del mundo. Sentirme diferente de los otros niños me dio un gran sentimiento de fuerza.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Nunca me educaste con miedo, nunca me pegaste. Me hablaste, me explicaste y te preocupaste de enseñarme tus pensamientos dejándome libre de ser el que yo tenía que ser y no el que tu querías que yo sea.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">¿Te acuerdas? Te sentabas al lado de mi, leyendo cuentos japoneses para iniciarme a una filosofía de vida.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Has formado mi mente para prepararme como un guerrero a recibir los golpes de la vida, a recibir discursos estúpidos, a recibir la imbecilidad humana. Pero me enseñaste también a reconocer la belleza dentro de la fealdad.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me acuerdo que un día me dijiste "te voy a enseñar a pensar". Estábamos en España, de vacaciones en una isla. Y todas las mañanas me dabas clases para pensar. Todo padre debería enseñar a su hijo a pensar.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Un niño no es tonto, es como una esponja, lo que le enseñas le queda para toda la vida y lo necesita. Gracias a eso, me marcaste para siempre.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">"¿Qué es dios? ¿Qué es el universo? ¿Cual es nuestra finalidad en este universo? ¿De donde vengo? ¿Hacia donde voy? ¿Soy un cuerpo con alma o un alma con un cuerpo? Tu verdad es una verdad pero no la verdad..."</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me enseñaste a hablar como un ser consciente y delicado.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Cuando era niño me hablabas suavemente, como adulto y no me infantilizabas con voz de dibujo animado. Los padres suelen hablar a sus hijos como si fuesen muñecos, pero tu, me hablaste como un ser humano.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Luego, me ensañaste a comunicar con los otros y en lugar de afirmar algo en una conversación, me enseñaste a decir antes de empezar una frase: "según lo que yo pienso y me puedo equivocar".</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">En una pelea, en lugar de acusar al otro, me enseñaste a decir lo que siento y qué me produce esa discusión.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Nunca me hiciste parte de tus angustias económicas, para que el dinero no sea un peso para mi.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">He vivido en un paraíso. Un niño tiene que ver la vida como un paraíso. Lo contrario lo convierte en un ser angustiado con miedo a enfrentar su existencia.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Cuando tenía rabia, en lugar de contenerla, me llevabas por la mano en el jardín y me hacías destrozar una silla en mil pedazos. No puedes saber la alegría que era para mi destrozar esa pobre silla.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Yo te decía: "pero si la rompo ya no vamos a tener silla..." Y tu me decías que no importaba, que ibas a comprar otra. Para ti lo material no tenía ninguna importancia, ningún valor. El único valor que veías estaba en el ser humano.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">En lugar de reprimir mi creatividad, me comprabas pinceles para que pueda pintar en las paredes de mi cuarto.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Nunca me prohibiste nada. Cuando hacía un error, hablábamos sobre él y lo arreglábamos. Confiabas en mi, en mis propios limites que me imponía a mi mismo.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Podía hacer y preguntar de todo. Era un niño y se hablaba abiertamente de sexo, sin que la moral religiosa nos haga creer que es algo insano. Cuando alguien tenía sexo en la casa, el día siguiente se celebraba.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Cuando deseaba un instrumento, en lugar de pensar que era un capricho, me comprabas un piano, una trompeta, aunque la usaba solo un día. Decías que todo sirve en la vida. Y es cierto, todo lo que te pedí y me diste en la infancia, me sirvió. absolutamente todo. No pusiste ningún limite a mi creatividad. Me enseñaste a meditar, me pasaste libros. Aunque tu y mi madre se separaron cuando yo tenía 8 años, nunca me hablaste mal de ella. No intentaste destruir mi mirada de amor hacia ella.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Creaste entre mis hermanos y yo una relación de amor. Sin competencia. Queriendo a cada uno de manera diferente.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me ensañaste a pensar, a creer que todo era posible en la vida.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">¿Y como? Te voy a recordar como.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Un día nos paseamos por las calles en Paris buscando un par de zapatos, y hasta que no encontraba el par perfecto, no nos íbamos a dejar vencer. Entramos en quince tiendas ese día, hasta encontrar lo que realmente quería. Gracias padre de mi corazón, gracias a eso hoy en día, hasta que no esté satisfecho con lo que estoy creando, no me dejo vencer. Me enseñaste también que cuando no se logra algo, se puede tomar otro camino que lleve a lo que deseas.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Cuando me tropezaba en la calle me decías "¡Samurai!" Para que cada paso, cada mirada mía en este mundo sea consciente. El Samurai no se distrae nunca. Me siento vivo Alejandro, tan vivo.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Nunca te vi deprimido, ¿te das cuenta? Nunca te quejaste ni te dejaste vencer por el peso de la vida.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Nunca me hiciste parte de tus angustias. Me enseñaste a ser alegre, a pensar que la vida era una fiesta. Me enseñaste a no fumar cuando lo adolescentes empezaban a fumar, me explicaste que yo era un niño seguro de mi mismo, que no necesitaba un cigarro para seducir, ser adulto o ser aceptado por los otros. Me sentía fuerte, tan fuerte.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me enseñaste a amarme, a respetar mi templo, mi cuerpo.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Te vi escribir toda mi vida ocho horas diarias, dedicado a tu arte.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Encontraste el amor a los 75 años, conociste a Pascale, tu mujer. Y es la historia más bella que he visto en mi vida. Me hiciste creer en la unión de dos personas. Ahora tengo fe en la pareja a cualquier edad.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">A veces me preguntas: "¿Cómo te sientes mentalmente, corporalmente, sexualmente, emocionalmente?" Te comunicas con mi ser entero. Cuando llego a tu casa, me siento en frente de ti y me miras, me cuentas tu vida, me preguntas sobre la mía e intentas que nuestros monólogos duren el mismo tiempo. Que la conversación sea equilibrada. Que uno no hable más que el otro.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Te preocupas por mi sin invadir mi espacio. Pero me dices siempre que me amas. Todo padre tendría que decir a su hijo que lo ama.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Cuando era niño y te ibas de viaje, pero me llamabas todos los días, aunque eran dos minutos. Era nuestro trato. Sentí tu presencia. Siempre sentí que podía contar contigo. Cuando decías algo, lo cumplías y no puedes saber lo importante que es para un niño que su padre cumpla lo que diga.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Una vez me fui de vacaciones con la escuela, y me sentí tan mal con los niños, me sentí tan diferente a ellos que te llamé llorando. En la noche misma llegaste con tu coche. Hiciste 400 kilometros para sacarme del infierno. Y regresamos juntos la noche misma. Cantando. Decías que un niño no debe sufrir, que sus primeros años son sagrados.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Siempre olías mi pelo y mi piel diciendo que olía maravillosamente bien. Siempre me dijiste que iba a ser alto, que tenía talento, que era bello, que era un príncipe. Me acariciaste, me tocaste, me abrazaste. Fui un ser amado.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">En la mañana tocaba a tu puerta y corría a acostarme al lado de ti y me abrazabas. Yo, la cabeza sobre tu pecho escuchando tu respiración y tu corazón latiendo. Luego ibamos a desayunar en frente de la casa, en un café, y me hablabas de libros, de cine, de los descubrimientos que hacías, de las nuevas ideas espirituales que habías pensado.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">En este momento estoy llorando de emoción porque nunca me había tomado el tiempo de decirte todo esto. Eres un padre maravilloso. Mis lágrimas corren, esas lágrimas son gotas de amor.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Siempre me llevaste contigo en tus conferencias, en tus seminarios, te vi hacerle bien a la gente, darles sonrisas, calmar miedos.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Hemos colaborado en teatro, en cine, en mis canciones. Qué maravilla poder crear algo con su familia.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Cuando tenía una duda siempre estuviste presente. Tan presente que hoy en día si ya no estuvieses a mi lado, escucharía tu voz en mi mente aconsejándome. Te tengo marcado en mi como un tatuaje para siempre.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me salvaste Alejandro, en este mundo tan cruel, en este caos que es la vida, en esta locura donde vivimos, me mostraste lo más bello. Me alejaste de todo pensamiento burgués, de toda ilusión, de todo pensamiento religioso, de toda moral, me ensañaste a no tener límites. Me enseñaste que soy un ser libre. Libre de la locura humana, libre de guerras, de miedos, me enseñaste que la realidad donde vivimos no es la única realidad, me enseñaste que mi territorio no es una casa, un país o un mundo, sino el universo entero, el infinito.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">¿Por qué me hacías pintar en las paredes de mi cuarto? Me lo he preguntado mucho. ¿Por qué dejarme esa libertad de hacer lo que quería en mi habitación? Entendí que me enseñabas a crear, a liberar mi mente, vivir sin ataduras, sin paredes. Esas paredes eran ilusorias, invisibles y pintándolas podía pasar a través de ellas.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me ensañaste a hablar, ni poco ni demasiado. Me enseñaste a respetar el campo energético de los otros. Me enseñaste a contar con las cartas del tarot. Y me mostraste que los símbolos son arte. Me enseñaste que la vida es mágica y que el milagro está por todos lados. Me enseñaste que dios es una energía que nos acompaña, y no un ser severo inventado por escritores.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me abriste una cuenta en una librería y gracias a ti descubrí la poesía.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">¡La poesía! Me acuerdo que nos sentábamos todos en la mesa del comedor, y cada uno de nosotros leía su poema.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Nunca tuviste amigos inútiles, la única gente que entró en tu casa fue la que querías ayudar o personas con talento. Poetas, filósofos, cantantes, doctores, zapateros, santos, todo tipo de gente pero con alma y contenido. Nunca perdiste tu tiempo en conversaciones vacías.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Nunca te he visto borracho ni drogado.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Solo te vi desarrollar tu mente y tu talento de forma positiva con finalidad de cambiar el mundo y aportarle algo.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Te sentiste durante años un escritor fracasado, y mira lo que lograste. A los sesenta años te liberaste de ese sentimiento y publicaste más de treinta libros, hoy tienes ochenta y cinco años y eres un escritor completamente realizado. Todo eso por creer en ti. Qué ejemplo. ¡Cuanta gente no cree en lo que es, buscando una salida, buscando felicidad sin ver que todo el contenido está vibrando en ellos desde siempre!</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Me hablaste de la vejez como algo bello y gracias a ti disfruto cada año que cumplo sin temerle a la muerte. Gracias a ti veo que todo es posible en esta vida, en cualquier momento.</span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Veo el amor que tienes en tus ojos, veo el amor en ti cuando me miras, me amaste y diste tanto que te amo sin limites. Tu creaste ese ser que te está escribiendo. Tú creaste mi amor hacia ti. Aplicaste perfectamente esa frase que escribiste y resultó ser verdadera:</span><br/> <span style="font-size: 12pt;"><strong>"LO QUE DAS TE LO DAS, LO QUE NO DAS TE LO QUITAS".</strong></span><br/> <span style="font-size: 12pt;">Gracias por haberme regalado esta vida.</span><br/> <br/> <span style="font-size: 12pt;">Tu hijo Adán que te ama.</span></span></span></span></p></div>Trastornos de Alimentación: comida-alimento- Madre/Hijo.https://altaeducacion.org/group/transgeneracional/forum/topics/trastornos-de-alimentacion-comida-alimento-madre-hijo2022-11-02T00:10:48.000Z2022-11-02T00:10:48.000ZVioleta Zurkanhttps://altaeducacion.org/members/Violeta<div><p></p>
<p><a href="Entre%20la%20alimentaci%C3%B3n%20y%20las%20emociones%20existe%20un%20v%C3%ADnculo%20muy%20complejo.%20Las%20emociones%20son%20ingredientes%20fundamentales%20de%20la%20vida.%20Las%20relacionamos%20con%20expresiones%20como:%20%E2%80%9Cya%20no%20puedo%20tragar%20m%C3%A1s%E2%80%9D%20rechazando%20algo%20injusto%20o%20ingrato;%20%E2%80%9Cse%20me%20revuelve%20el%20est%C3%B3mago%E2%80%9D%20cuando%20sentimos%20c%C3%B3lera%20o%20asco%20por%20algo;%20%E2%80%9Ctengo%20mariposas%20en%20el%20est%C3%B3mago%E2%80%9D%20al%20sentir%20nerviosismo%20o%20ansiedad%20por%20algo%20que%20estamos%20deseando%20que%20llegue%20o%20que%20no%20llegue%20jam%C3%A1s.%20%C2%BFY%20son%20s%C3%B3lo%20expresiones?%20La%20comida%20no%20es%20s%C3%B3lo%20comida,%20es%20tambi%C3%A9n%20el%20medio%20a%20trav%C3%A9s%20del%20cual%20recibimos%20un%20alimento%20imprescindible%20para%20el%20desarrollo%20de%20la%20salud%20ps%C3%ADquica%20y%20emocional%20en%20el%20ser%20humano:%20el%20alimento%20afectivo.%20El%20hambre%20se%20satisface%20con%20el%20alimento;%20el%20amor%20realiza%20nuestro%20deseo%20de%20ser%20alguien%20para%20otro.%20Sin%20satisfacer%20la%20primera,%20se%20muere%20nuestro%20cuerpo.%20Sin%20resolver%20el%20segundo,%20el%20deseo%20de%20vivir%20desaparece%20y%20la%20tristeza%20nos%20destroza.%20Alimento%20material%20y%20afectivo%20se%20entremezclan%20desde%20el%20principio%20de%20nuestra%20existencia.%20Desde%20el%20primer%20d%C3%ADa%20que%20llegam" target="_blank" rel="noopener"><img src="https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/10860503473?profile=RESIZE_710x" class="align-center" width="650"/></a></p>
<p id="viewer-2hgma" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"><strong>Entre la alimentación y las emociones existe un vínculo muy complejo.</strong> Las emociones son ingredientes fundamentales de la vida. Las relacionamos con expresiones como: <em>“ya no puedo tragar más”</em> rechazando algo injusto o ingrato; <em>“se me revuelve el estómago”</em> cuando sentimos cólera o asco por algo; <em>“tengo mariposas en el estómago”</em> al sentir nerviosismo o ansiedad por algo que estamos deseando que llegue o que no llegue jamás. <strong>¿Y</strong> <strong>son sólo expresiones?</strong> <strong>La comida no es sólo comida,</strong> es también el medio a través del cual recibimos un alimento imprescindible para el desarrollo de la <strong>salud psíquica y emocional</strong> en el ser humano: el <strong>alimento afectivo</strong>.</span></p>
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<p id="viewer-ed8s8" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;">El hambre se satisface con el alimento; <strong>el amor realiza nuestro deseo de ser alguien para otro.</strong> Sin satisfacer la primera, se muere nuestro cuerpo. Sin resolver el segundo, el deseo de vivir desaparece y la tristeza nos destroza. Alimento material y afectivo se entremezclan desde el principio de nuestra existencia. Desde el primer día que llegamos a este mundo empezamos a tener nuestras primeras sensaciones placenteras a través de la alimentación. Frente al enojo, la tristeza o el llanto, aparece el pecho de la madre o el biberón. Enlazada al dulzor de la leche llegan la ternura y el calor, llega el alivio de la ansiedad y de la tensión que produce el hambre, llega la protección y la seguridad, la satisfacción y el amor. Aprendemos a querer a nuestra madre utilizando un <strong>lenguaje para comunicarnos con la vida a través del vínculo con la comida</strong>.</span></p>
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<p id="viewer-em6k5" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"><strong><span style="color: #ac7e19;">"<em>Aprendemos a comer y aprendemos a amar a la vez.”</em></span></strong></span></p>
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<p id="viewer-dj85k" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"><strong>¿Es entonces en nuestra infancia cuando nos habituamos a asociar determinados alimentos con ciertas emociones?</strong> Definitivamente SÍ, por ello hay olores y sabores de comidas que nos devuelven infinidad de recuerdos (raíles). Algunos gratos, otros no tanto. A veces basamos nuestras <strong>preferencias o aversiones alimentarias según fueron nuestras emociones en el pasado</strong>. Por ejemplo, juguemos un poco: ¿ante que platillo sólo de imaginarlo se te hace “agua la boca”? Y ahora trata de descubrir en lo más profundo cuál es el recuerdo asociado a ese sabor. ¿Era lo que hacía mamá el día de su cumpleaños? ¿O quizá el platillo que preparaba la abuela cuando ibas de visita a su casa? Así mismo, habrá otros que te provoquen <em>“ verdaderas nauseas”,</em> ¿cuál es el recuerdo asociado? En ocasiones <strong>asociamos el alimento con un instante de la vida</strong> en que nos sentimos seguros, acompañados y queridos, como si este alimento pudiera aportar la seguridad que nos falta, como si pudiéramos llenar ese vacío, proporcionándonos el afecto que hoy no se siente así como la contención y el consuelo que en ocasiones no tenemos, como si este tuviera efectos mágicos, tal y como creíamos en la infancia tenían nuestros seres más queridos, nuestros padres.</span></p>
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<p id="viewer-19g7l" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"><strong>No solo ante situaciones difíciles o entornos dolorosos puede una persona querer anestesiarse buscando refugio en la comida. Cualquier momento que haga que la persona se sienta desmoralizada o estresada puede provocar que quiera aliviar su ansiedad cayendo en un “comer emocional”</strong> pretendiendo erradicar de la mente problemas, preocupaciones y carencias llegando a adoptar hábitos poco saludables o incluso verse envuelta en trastornos alimentarios. Sin embargo, esta respuesta no es la misma en todas las personas. Es más, en algunas puede ser la opuesta. Alguien puede comer mucho cuando esta triste y a otra persona sucederle todo lo contrario: <em>“no caberle bocado”,</em> porque en su momento este “bocado” fue un “bocado indigesto”<em>…</em>¡<strong>no todo lo que está detrás del comer es hambre</strong>!</span></p>
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<p id="viewer-cuc0g" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;">La boca es la zona del cuerpo más sensible en la tarea de mantener interrelacionadas la realidad interna y la externa. La boca es el primer orificio a través del cual encontramos <strong>satisfacción y placer al relacionarnos</strong> con el otro. Satisfacción en el plano biológico, porque calma la tensión que se produce en el interior del cuerpo del bebé cuando siente hambre. Y placer porque en el modo de dar la comida siempre hay en juego un <strong>interés emocional indispensable para que ese alimento sea nutricio</strong>. El lactante depende por completo del auxilio ajeno, por lo general de la madre, que está allí para calmar el hambre. Las dificultades con la alimentación son una manera de expresar sentimientos que no pueden ser dichos, así como las emociones que no pueden ser reconocidas o los afectos que desde nuestro inconsciente intentan manifestarse. Los regímenes alimenticios pueden estar al servicio de una necesidad de castigo. Negarse a comer puede ser un intento de afirmarse internamente o una forma de expresar que la vida no tiene sentido si falta el alimento afectivo. Puede esconder una tristeza, o puede estar demandando la presencia de alguien. <strong>Desamor, abandono, culpa, rabia, celos, rivalidad, angustia o tristeza son algunos de los sentimientos que pueden estar intentando expresarse tras los conflictos con la alimentación.</strong></span></p>
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<p id="viewer-66g54" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;">Cuando el espíritu se silencia, el cuerpo habla; cuando nuestra boca no pronuncia lo que sentimos, <strong>traga para aliviar la tensión o deja de comer para tomar el control</strong> que sentimos hemos perdido. Cuando tenemos problemas con la comida, sería conveniente <strong>reflexionar qué estado de ánimo nos provocan el hambre o la inapetencia</strong>, qué deseos, ambiciones, decepciones o fantasías se ocultan tras esos actos que nos llevan a deglutir o a rechazar el alimento. Desde el <strong>TRANSGENERACIONAL</strong> nuestro objetivo es acompañar en la búsqueda de la relación que hay entre <strong>comida-alimento-madre/hijo</strong>. Una manera de manifestar un desacuerdo en esta relación es a través de los <strong>trastornos de la conducta alimentaria</strong> y es necesario centrarnos en las situaciones que los han desencadenado, cuáles han sido los conflictos iniciales y descubrir cómo se han ido entrelazando.</span></p>
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<p id="viewer-382u" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;">En los <span style="color: #ac7e19;"><strong>Trastornos de conducta alimentaria Bulimia y Anorexia</strong></span> existen <strong>dos grandes conflictos</strong>, así que exploramos qué sentimientos se han generado alrededor de la comida: <strong>vergüenza, culpa, autodesprecio, conductas de autolesiones, abandono, baja autoestima, no tener confianza en uno mismo, engañar y engañarse</strong>, en ambos trastornos se vomita, pero por diferentes conflictos. <strong>¿Qué relación tenemos entre estrés y la alimentación?</strong> La más importante es la <strong>contrariedad indigesta territorial (curvatura menor del estómago)</strong>, esa sensación de injusticia que experimentamos cuando hemos vivido una situación así, ese nudo en la boca del estómago con sensación de vacío donde me lleno para rellenarlo o está tan anudado que no me entra bocado y me niego a la comida. En la <strong>Anorexia</strong> el otro conflicto podrá ser cualquier foco del hemisferio izquierdo <strong>pánico, pertenencia, identidad y organización</strong>, el comportamiento es: se come poco, o no se come, como si el estómago estuviera cerrado. En el trastorno de comportamiento <strong>Bulímico</strong> existe un <strong>Conflicto Ectodérmico no territorial (pancreático) hemisferio izquierdo glucagón</strong> relacionado con el asco y repugnancia asociado a comer algo (real, simbólico o imaginario) que no me gusta: tocamiento, abusos, besos obligados, situaciones de repugnancia (vacío estomacal, hipoglucemia), sensación de tener un hueco que necesito rellenar, junto con <strong>curvatura menor (contrariedad indigesta)</strong> buscar la relación con situaciones de conflictos en la mesa, discusiones, silencio, críticas, etc. <strong>Así que yo lo invito a reflexionar:</strong></span></p>
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<ul class="public-DraftStyleDefault-ul">
<li id="viewer-84ff5" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-reset _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿Para qué me sirve la comida?</strong></span></p>
</li>
<li id="viewer-3n3uu" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿Es la comida un comportamiento de relleno o un comportamiento huidizo?</strong></span></p>
</li>
<li id="viewer-12h8f" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿Apaciguo el estrés?</strong></span></p>
</li>
<li id="viewer-2ljjj" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿No merezco atención y no merezco comer?</strong></span></p>
</li>
<li id="viewer-7jjle" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿Es un comportamiento de ira tan alto que vomito? o</strong></span></p>
</li>
<li id="viewer-9lvv0" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿La comida sirve para suplir lo que me falta, afecto, apoyo, reconocimiento, cuidado sentirme integrada, sentirme respetada, sentir que tengo un orden, un control?</strong></span></p>
</li>
<li id="viewer-1q5no" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿Todo esto es cubierto por la comida?</strong></span></p>
</li>
<li id="viewer-7j36s" class="roLFQS ULPWlI _3Kjjs public-DraftStyleDefault-unorderedListItem public-DraftStyleDefault-depth0 public-DraftStyleDefault-list-ltr fixed-tab-size _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><p class="_1j-51 _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS"><span style="color: #ac7e19; font-size: 12pt;"><strong>¿Qué lugar le doy a la comida más allá de la nutrición? Porque si es nutrición no necesitará conductas adaptativas.</strong></span></p>
</li>
</ul>
<div id="viewer-69g1a" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"> </span></div>
<div></div>
<p id="viewer-fbfle" class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"><strong>Algunos conflictos internos nos pueden conducir a ocupar demasiado tiempo y energía en centrar nuestra atención en lo que comemos, mientras el peso del conflicto se desarrolla en el mundo de nuestros afectos.</strong></span></p>
<p class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"></p>
<p class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"><strong>-Alicia Soltero</strong></span></p>
<p class="mm8Nw _1j-51 roLFQS _1FoOD _3M0Fe Z63qyL roLFQS public-DraftStyleDefault-block-depth0 fixed-tab-size public-DraftStyleDefault-text-ltr"><span class="_2PHJq public-DraftStyleDefault-ltr" style="font-size: 12pt;"><strong><a href="https://www.terapiatransgeneracional.com/post/trastornos-de-alimentaci%C3%B3n-comida-alimento-madre-hijo">https://www.terapiatransgeneracional.com/post/trastornos-de-alimentaci%C3%B3n-comida-alimento-madre-hijo</a></strong></span></p></div>