¿Por qué hablamos de choque biológico y no psicológico?

Cuando se vive un evento de choque biológico, algo cambia. Antes todo estaba bien, pero en un único instante, todo ha cambiado.

La Nueva Medicina Germánica dice que todo síntoma (físico, psíquico, comportamental o existencial) ha sido precedido por un instante de un conflicto muy fuerte que lo tomamos de una determinada manera. Ese instante es inesperado, dramático, no tiene solución y, sobre todo, no se puede expresar. Podemos contar la anécdota o la historia que nos ha pasado incluso con lujo de detalles. ¿Quién no se acuerda de haber contado una fuerte discusión o un determinado problema? Y ¿Cambió algo? La mayor parte de las veces no. Incluso, después de haber pasado unos días, la persona se enferma. La enfermedad es el resultado de un gran estrés vivido que necesita salir al exterior para disminuir la tensión acumulada.

Por ejemplo, unas personas se discuten y se dicen cosas duras. Una de ellas, al cabo de un día, le aparece un fuerte resfriado. La otra tiene un fuerte dolor de barriga y acaba con diarreas. ¿Qué ha pasado en el cuerpo de ellas? Han somatizado de manera diferente y ¿por qué? Porque sus mapas mentales son distintos, lo que quiere decir que han tenido experiencias según sus necesidades. Han aprendido a vivir en circunstancias diferentes, por ello, las respuestas también lo serán.

El cuerpo tiene un poder inmenso para enfermar y también para sanar.

Cuando se vive un evento de choque biológico algo cambia. Antes todo estaba bien y en un único instante todo ha cambiado.

· ¿Qué ha sido lo que se instaló en la psique de la persona en ese instante? Un auténtico torbellino que baja como un rayo desde la cabeza al cuerpo; y dentro de ese maremágnum, un gran cóctel químico (neurotransmisores) y de sensaciones corporales. Es un momento de confusión, de pérdida de la conciencia, como si una parte de la película de la vida se cayera.

· ¿Os ha pasado que de repente, en esos instantes de conflicto, no podemos describir exactamente lo que ha ocurrido? Es lo que llamamos un fotograma desaparecido. Desaparece de nuestro consciente, pero queda en el cuerpo, ya que este tiene memoria y registra de todo lo que vivimos.

· Y ¿cómo se recupera la memoria? Bajando al cuerpo, sintiendo, observando las sensaciones corporales que hoy serán las mismas que las que vivimos hace mucho tiempo atrás.

Te propongo un ejercicio para acceder a la memoria del cuerpo. Se trata de oír lo que está ocurriendo y no hacer nada más que dejar que se vayan transformando por sí solas.

Puedes comenzar por recordar un evento impactante, de cualquier tonalidad, como miedo o alegría. Visualizarlo y colocarte como si lo estuvieras reviviendo; dejándote sentir todo lo que venga a tu cuerpo. Puedes sentir muchísimas cosas como: calor, frío, cosquillas, nudos, nauseas, temblores, tensión, apretón, lágrimas, garganta apretada, dolores… Tú puedes seguir con esta lista. Todo lo que vives se transforma después de unos minutos, más o menos dos o tres. Si al mismo tiempo, los pensamientos invaden la cabeza, el proceso del cuerpo se detiene y toca volver a empezar.

A veces se conectan las sensaciones a las emociones y nos desbordan las respuestas somáticas que aparecen. Se nos hace muy grande lo que sobreviene pero si confiamos en nuestro cuerpo y en la transformación que este puede producir, todo va a desaparecer.

Visualización

Para empezar a visitar nuestros espacios interiores, te propongo una visualización de escucha de sensaciones corporales, porque cuanto más consciente te hagas de lo que se vive en tu interior, con más calma vivirás lo que ocurre en tu vida.

¡Bienvenido a la escucha de tu cuerpo! Haz clic en este ejercicio y se tú quien en cada instante se regala aquello que te faltó.

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La enfermedad desde el Transgeneracional se concibe de una manera totalmente distinta, y se atribuye a un conflicto que oculta una carga emocional el que aparezca un síntoma. La primera de las Leyes Biológicas habla de que antes de que se instale un síntoma la persona ha vivido una situación de  choque biológico. Esta es una situación inesperada, dramática, sin solución y sin expresión que estará condicionada por nuestros programas o huellas iniciales o lo que es lo mismo que decir que reaccionamos a las situaciones según los aprendizajes realizados en la vida y que estos pueden estar en nuestra infancia, el nacimiento, el embarazo, la concepción o traemos las vivencias de nuestros antepasados.

El momento de choque biológico es como un instante en el que cae un rayo y atraviesa la psique, la mente, el cerebro y corre por todo el cuerpo. Es un instante en el que ocurre algo tan fuerte que la persona se encuentra en confusión total incluso es como si perdiera de su intelecto el momento en el que ocurre.

¿Por qué hablamos de choque biológico y no psicológico?

Porque no se deben a preocupaciones psicológicas ya que éstas no generaran un síntoma. Y porque estas situaciones en la naturaleza son totalmente reales. De esta forma, los animales viven circunstancias de peligro que surgen ante eventos dramáticos, inesperados y que no tienen solución. Un ratón es sorprendido por un gato que le persigue. En su huida sentirá que le falta el aire para poder escaparse de las garras del felino, ya que lo tiene que usar para poder estar en mejor disposición para salvar la vida. En el momento en que siente “me falta el aire y me voy a morir” sus pulmones activan un mecanismo que consiste en proporcionarle una ayuda haciendo más pulmón.

Cuando el peligro ha pasado el tejido que ha crecido (más pulmón) desaparece mediante una infección o queda enquistado. Si un animal en plena naturaleza sufre de inanición porque no hay comida el hígado empezara a crecer haciendo más células con el objetivo de almacenar mejor todos los nutrientes de los que dispone. Si una hembra pierde una camada devorados, porque se los sacan o los matan, activará rápidamente sus ovarios con el objetivo de poder reproducirse nuevamente. Los animales no entienden de supermercados o de duelos, y cuando viven un fuerte estrés que pone en peligro su vida, desarrollan síntomas como medida inequívoca de salvar la vida o perpetuarla.

Los seres humanos usamos nuestra mente no solo para pensar. El intelecto nos sirve para razonar, calcular, medir, planificar y también para ponerse en la situación, aun cuando éstas no han ocurrido, o sea imaginar, conjeturar, suponer o creer, como por ejemplo creer que algo que es pensado por el cerebro es real, cuando la realidad es la de cada uno. Esto ha llevado a que en algunas circunstancias sintamos estrés de una determinada tonalidad porque lo estamos imaginando y para nuestro cuerpo es igual que sea real o figurado.

Cuando vivimos estados de estrés, igual que los animales ponemos en marcha nuestros programas biológicos para poder sobrevivir y las respuestas vienen desde nuestra parte más arcaica. El cerebro arcaico nos da la oportunidad de solventar nuestras historias mediante la enfermedad, que es la que va a evacuar el estrés vivido. La razón por la que ocurre de esta manera es puramente evolutiva. Cada zona del cerebro se encarga de responder de forma instantánea a los conflictos que nos podrían llevar a la muerte. Un conflicto psicológico no es un estrés de vida o muerte para el cerebro.

Igual que los animales, los hombres…

A un hombre le dicen cada día que fumar le va a matar. Un día siente un poco más de tos y se preocupa porque siente miedo a morir. Al cabo de un tiempo le diagnostican un cáncer de pulmón. Igual que el ratón ha hecho más pulmón para poder tener un margen y respirar mejor.

Una mujer se entera de que a su hija le ha abandonado la pareja y le deja con 3 niños y sin dinero. Siente miedo a que se vayan a “morir de hambre”. Se activa el mismo programa del hígado haciendo más células.

Una mujer se entera de que su hijo de 32 años está escondido porque le buscan para “ajustar cuentas”. Siempre ha estado metido en líos pero ahora ella no le puede ver, no sabe si está bien o no y siente que lo pierde. Activa el mismo programa ante la pérdida de un hijo que es hacer más células ováricas.

Todas estas enfermedades aparecen con un sentido concreto. Es el llamado sentido biológico y se va a corresponder exactamente la manera de vivir el conflicto con el síntoma resultante. Ante la sensación de falta de comida no se activará el ovario o ante la pérdida de un hijo no se activará el hígado, sino que siempre seguirá una lógica biológica específica.

Todo en la Naturaleza es perfecto. La enfermedad no es un error o una desgracia. Es un estado que si lo comprendemos lo podemos trascender. Para ello se requiere cambiar.

https://www.descodificacionbiologica.es/instante-del-choque-biologico/

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