¿Cuál es el Peligro de los duelos?

Es normal que ante situaciones dolorosas se viva un duelo, por ejemplo ante la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo o de una relación. El verdadero problema que existe es que se reprima dicho duelo y quede bloqueado en nuestro inconsciente, generando una serie de síntomas que nos llevan a la enfermedad y el fracaso.

 

El primer impulso ante una persona que está viviendo un duelo, es decirle “No llores” “Disfruta…realiza algo que te haga olvidar”, si bien es cierto que estas recomendaciones vienen cargadas de buenas intenciones, pueden perjudicar el proceso natural del duelo sobre todo al principio del drama, porque obviamente el duelo es un proceso que lleva implícita diferentes etapas para su total desarrollo y cierre.

Dichas etapas son la negación, el regateo, la cólera, la tristeza, la explicación, la comprensión, la integración, la aceptación y la reinversión. Hasta que cada una de esas etapas no se viva indiferentemente del orden y del tiempo que tarden, se debe permitir el libre fluir a través de ellas, para se pueda cerrar un duelo completamente.

Es mucho más difícil el vivenciar un duelo cuando no se puede justificar la pérdida porque ha sucedido inesperadamente. En esos momentos funciona muy bien el poder expresar las emociones que se sienten, sin juzgarlas…simplemente sacándolas fuera para que no queden enquistadas en nuestro cuerpo.

El hacer contacto con nuestras emociones en oportunidades da miedo porque es algo con lo que no estamos familiarizados, sobre todo en momentos de profundo drama…sin embargo es importante en esos momentos evocar los recuerdos, porque es la mejor manera para conectarnos con ese dolor que yace allí. El tiempo para superar un duelo varía de una persona a otra, si bien es cierto se debe propiciar la expresión en primer lugar sobre todo la ira que en un inicio se siente y se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos:

¿Qué tipo de duelos se bloquean?

Los duelos que cubren a otro duelo, por ejemplo la pérdida de una mascota ha despertado la memoria inconsciente del fallecimiento de un padre.
La muerte de un amigo en nuestra adolescencia o de un ser querido, normalmente se piensa que se supera pronto…pero mucho de nuestros miedos derivan de que en el momento que se vivió el duelo quisimos ser fuerte y allí yace dormido “como sensación de vacío” “No sé qué es lo que quiero” “No sé qué hacer con mi vida”

Duelos no vívidos por nuestros padres, ya sea la pérdida de un hijo o de cualquier ser querido puede ser durante nuestro embarazo o durante nuestra más pequeña infancia. Esto se vive muy profundamente por nuestros padres pero por nuestro bien no se atrevieron a expresarlo y nosotros por lealtad a ellos “lo vivimos perenemente en nuestra vida actual”

Los duelos Transgeneracionales, aquellos duelos que vivieron nuestros ancestros y que ocultaron o quedaron en el olvido, muertes en la guerra, accidentes o ruinas. Sin darnos cuenta por lealtad al sistema empezamos a llevarlo como tristeza y dolor e inclusive ira… sin causas aparente.

¿Cómo superar el duelo bloqueado?

  • Expresando las emociones tal y cual como se sienten
  • Realizando un árbol genealógico, desde el mismo momento que se inicia su construcción empieza la sanación al traer a conciencia lo que estaba olvidado
  • Expresarse a través del arte e inclusive a través del baile
  • Realizar una reunión conmemorativa de la pérdida, en donde se evoquen los recuerdos
  • Escribiendo cartas a la persona fallecida en donde se le exprese lo que siempre se le quiso decir
  • Realizar una constelación familiar, ayuda a concientizar los duelos transgeneracionales

Escrito por: Luz Rodríguez

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