" Padres que aprenden a preguntar "

 

 

 

Autor: Lic. Soledad Garcia


Los padres queremos saber cosas sobre nuestros hijos y a veces no sabemos como hacer para que hablen con nosotros, los padres debemos aprender a preguntar. Con paciencia, cariño y mano izquierda podemos conseguir que nuestros hijos confíen en nosotros.

Una actitud frecuente observada en los padres que incentivan la creatividad de sus hijos es que SABEN PREGUNTAR.
Pero, ¿Qué es "saber hacer una pregunta"?

Es invitar a nuestros hijos a una conversación, pedir amablemente su propia opinión y estar abiertos a una respuesta que quizás no aprobemos, nos sorprenda o disguste. Es un desafío aprender a indagar sobre los gustos e impresiones de nuestros hijos.

Si mamá y papá disfrutan conociendo a sus hijos, esto constituye una puerta abierta para la creatividad, la expresión personal y el auto-descubrimiento.
¿Qué tipo de preguntas abren la mente de nuestros hijos?

Te ofrecemos una breve lista de preguntas creativas que permiten imaginar, sentir, pensar, proyectar y soñar.

* ¿Qué te parece?
* ¿Te gusta?
* ¿Qué piensas sobre este tema?
* ¿Qué sentimientos despierta en vos?
* ¿Cuál es tu opinión?
* ¿Crees que es mejor así...?
* Me gustaría escuchar tu idea.
* ¿Estas de acuerdo con...?

Una historia

En cierta oportunidad, estábamos junto a un amigo en una casa mayorista de golosinas.

Suelo visitar este tipo de comercio para ahorrar dinero comprando alfajores, mermeladas y panificados al por mayor.

Mientras elegíamos la mercadería, un niño de siete años aproximadamente, se nos acercó muy amablemente y comenzó a contarnos que tipo de golosinas llevaba su mamá para él.

Al escucharlo nos reímos por su soltura y la forma en la que, espontáneamente, "nos vendía" los diferentes caramelos y chupetines.

La madre del niño se encontraba próxima a nosotros con otro niño, de menor edad.

Lo sorprendente fue cuando la mamá les pregunta a sus hijos, cargando caramelos en su carro: ¿Les parece que comamos las gomitas cuando terminamos el almuerzo?

La respuesta fue unánime y a los gritos: ¡Sí!

Ante esta escena (atípica) pensé: ¡Qué pregunta tan amable hizo esa mamá!

Ella se tomó el trabajo de invitar a sus hijos a comer sus golosinas después del almuerzo.

La decisión fue de los niños, no una orden de su mamá.

Los niños "fueron consultados y participados" sobre el tema.

A pesar del magnetismo que las golosinas ejercen en los niños, la pregunta (una especie de delicada invitación) les permitió sentirse tranquilos y respetados.
La moraleja

Preguntar es invitar, sugerir, respetar.

Nunca imponer, exigir o someter.

El ser humano anhela constantemente el buen trato y el verdadero respeto. Este tipo de preguntas mejoran la relación personal y generan un ambiente apto para la creatividad, la imaginación y las nuevas ideas.

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