Una sentencia del Juzgado número 2 de Valladolid obliga a la inmediata retira de los crucifijos de un colegio público. Ya es un hecho y aunque insólito es real. Y la noticia, cuanto menos, produce pena. Pero lo más lamentable e incomprensible son los dos argumentos sobre los que pende el fundamento de la resolución. El juez estima que se vulneran los derechos fundamentales y constitucionales referidos a la Igualdad (art. 14) y de Libertad de Conciencia (16.1). Y también es asombroso que el Gobierno Regional haya anunciado que la va a acatar y no recurrirá. Como decimos nosotros: ¡lo flipo! Sin ánimo de replicar al juez, pues considero que él sabe de derecho y yo no, quiero analizar los conceptos de Igualdad y Libertad de Conciencia comparándo- la con la realidad. Y es lo que a mi modo desarrollo. Retirar los crucifijos de los colegios que toda la vida han tenido en sus paredes este símbolo es un craso error. El respeto por la Igualdad y la Libertad de Conciencia, como metaconceptos, es vulnerado a diario con elementos graves y dañinos que deberían ser preocupaciones prioritarias. Por ejemplo: las campañas antifumadores, los mensajes (tipo papa-estado) que portan las cajetillas de tabaco o que se muestran en los paneles de las carreteras. Algunos contenidos de la asignatura Educación para la Ciudadanía. ¿Se respeta la igualdad pasando de curso a un alumno con 4 suspensos? ¿Se predispone, por tanto, no habría Libertad de Conciencia, a un niño cuando tiene como padres naturales o adoptivos a una pareja de homosexuales? ¿Una persona sufre las consecuencias de la falta de Igualdad y de Libertad de Conciencia cuando el nacionalismo obliga también al que no creé en él? Pues sucede en Cataluña, en el País Vasco, en Galicia, en Valencia, en las Islas Baleares, etc. La diferencia del tipo de colegio entre público o privado-concertado es importante pero no debería ser determinante por haber factores que no se quieren tener en cuenta. En el caso de los colegios con una identidad concreta, si en el futuro –que a este paso será pronto- la ley amparase también la retirada de los crucifijos de sus aulas muy grave sería. Precisamente por el no respeto a la aplicación de los derechos fundamentales. Aunque la idea no me parece tan descabellada a vista de la situación. ¿Se resienten las garantías con los crucifijos? La igualdad es ante la ley pero esta, teniendo en cuenta que no siempre beneficia al hombre, no debería controlar todas las acciones de la vida. Un crucifijo creo que, hasta ahora, no ofende a nadie. Tampoco se come a los niños o traumatiza a los ancianos. En cambio, el aborto y la eutanasia sí, y parte de la sociedad argumenta que su legalización es una demostración de la igualdad y libertad personal y social. No se conocen casos de psiquiátrico por el impacto dentellado que produce la observación de una cruz en la pared. A la postre de dos milenios es el símbolo más conocido y extendido por el mundo según rankings públicados. Y sobrevive, no por tener un significado provocativo sino por la grandeza de lo que representa. Lo que se quiere conseguir, por la influencia de la ideología política, es crear historia, cambiar la que hay y pilotar la que nosotros protagonizamos porque es cool y mola. Y se quiere resolver en estos años. ¿Con que mecanismos? Valiéndose de la ignorancia de la gente, con la manipulación de las mentes, el cambio de los valores, la pérdida de los referentes, la relativización de las cosas, y aminorando la importancia de tener un sentido por el que merezca la pena vivir. ¿Y esto no es una intromisión en la Libertad de Conciencia de las personas? Se valen de estrategias y técnicas sociales silenciadas y ocultadas para enmascar lo que hacen. Somos manejados por el extremo de unos hilos. Y no trato de ser alarmista, ni significa que se deba declarar el estado de sitio, pero se necesitan personas que se enfrenten de bruces con la realidad y que se planten por la defensa de los verdaderos derechos. Derechos que son fundamentales y la interpretación de los mismos no tendría por qué ser arbitraria, interesada, y tener influencia ideológica. Hay que humanizar al hombre Hay pocos jóvenes de mi edad que estén convencidos que con el esfuerzo de todos el mundo puede cambiar a mejor priorizando a las personas en relación a las cosas materiales. Observo en mi entorno que no se tiene sensibilidad para ver cuándo una persona necesita de uno, de un oído que le escuche, de alguien que viene sin ser llamado, de un consejo que le aliente, de una presencia que le fortalezca, de una sonrisa que aúpe, o de un favor que no tenga que ser pedido. Falta agradecimiento, cariño, entrega y saber ver -ponerse en la piel del otro o hacerse uno-. Aquí radica la igualdad y esto es lo que representa la Cruz. Los cristianos reconocemos en ella que Dios está con nosotros y en todas partes. En cambio, se promueve el sexo libre, el consumo desmesurado de alcohol y drogas, el endiosamiento del dinero, la competitividad, el enriquecimiento como meta, la creación de tendencias y modas,… Y dónde queda el interés por la familia, la educación, la vida, la verdad, la libertad. En qué lugar se sitúa el amor de un hombre y una mujer que se hacen uno para sufrir y alegrarse juntos hasta el final de sus días. Es necesaria, ahora más que nunca, la gente auténtica y comprometida con sus valores. Personas motivadas, que se tengan estima, que perdonen, que no envidien, que sonrían y que se alegren de los éxitos de los otros. Gente dispuesta a ser feliz y a hacérselo a los demás. En fin… les regalo el testimonio de una persona auténtica. Se trata del cantante Tony Meléndez. Merece la pena dedicar los seis minutos que dura. Disfrútalo. Fuente: Benjamin Romero Santamaria. http://blogs.cope.es/onaircondios/

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