El niño que quitó la sed a medio millón de Africanos.

 

Esta historia que les muestro a continuación, me ha llegado a estremecer lo más profundo de mi corazón y he creído conveniente compartirla con todos ustedes .Les aseguro que no los dejará indiferente y  cautivará la Luz que irradia en el contenido de ella.

Si la perseverancia y el amor de un niño de tan solo 6 años puede llegar a lograr todo esto, imaginémonos todo lo que podríamos conseguir si una buena parte de nuestra humanidad, abriéramos el corazón de esta forma. Podríamos llegar a hacer un “efecto onda” que nada ni nadie nos vencería.

Esta es tan solo una muestra, de que si nos proponemos con ahínco, perseverancia y amor cambiar este mundo lo podemos lograr, tan solo es necesario creer en ello, luchar hasta el final y en el camino repartir nuestro amor, puesto que es el bien inagotable de todos nosotros como seres humanos, energía con la que TODO ES POSIBLE.

Creo con toda mi alma que estos nuevos niños, nuestros niños son y serán la gran raza de la nueva humanidad, no cabe duda de ello, lean por favor esta nota y luego me dicen como late su corazón.
Vi.
 

Historia Real…
Ryan Hreljac, Canadá (3/5/1991) tenía sólo 6 años cuando decidió poner en orden su pequeño mundo. Si él podía disponer de agua potable abriendo un pequeño grifo ¿Por qué al otro lado del planeta no podían hacer lo mismo? Con esta lógica aplastante, modelo y ejemplo fagocitador de otros proyectos considerados adultos, nació de sus manos “Ryan’s Well” la empresa más fascinante que un niño de su edad haya emprendido jamás. Fue tal el empeño que hoy, con tan sólo 17, preside una de las mayores ONG para la implantación de modelos de desarrollo en la crisis de agua. Desde entonces y hasta ahora ha dado servicio de agua potable a 577,640 personas.
Lo que convierte esta entrañable historia en un ejemplo para nuestro legado heroico es la precocidad, el empeño y la perseverancia de un niño de tan sólo 6 años por imponer sus ‘crudas’ convicciones. El magnetismo de sus acciones ha contagiado a miles de empresas y personas mayores que él, tal vez humilladas en la comparación objetiva. Todo ello ha permitido, a través de lo que Ryan describe como el “Ripple Effect” (efecto Onda); que el sueño de un niño por tener “Agua potable para todos” se convierta, poco a poco en realidad.
No se trata de la típica campaña publicitaria orquestada bajo manta de alguna sociedad católica pro-vida. Es, simplemente, el recuerdo adulto de la lección infante que nos enseño en su día el mismísimo Saint-Exupéry a manos de su “Principito”
La Historia.
Un día del inolvidable invierno de 1998, en Kemptville (Ontario) localidad natal de Ryan, la profesora del Colegio St. Michael, Mrs Nancy Prest estaba dando una pequeña charla a su clase de primer grado sobre las condiciones y salubridad de los estudiantes de su misma edad que vivían en África. Preguntó a sus alumnos si sabían cuál era la primera causa de muerte entre sus homónimos los africanos. Todos los niños convencidos de que era la escasez de alimentos se sorprendieron al saber que es la mala calidad del agua que beben lo que diezma las aulas de sus ‘antípodos‘.
Ryan Hreljac quedó muy extrañado por la falta de ‘agua limpia’ y preguntó a Nancy cuanto costaba un grifo en África. Mrs Prest, desconcertada, anticipó a Ryan una cifra que había leído en algún documento: 70 dólares por una bomba extractora. Ese mismo día al llegar a casa, Ryan, que todavía estaba aprendiendo a conocer el valor monetario de las cosas; pidió a su madre el dinero para comprar un grifo y enviarlo por correo.
Susan, la primera persona que padeció el ‘Ripple Effect’, ignoró entre la burla y el desconcierto las inquietudes de su hijo. Pero Ryan insistió durante toda la semana sobre el dinero e incluso le propuso hacer las tareas domésticas durante todo un año para ganarse la posibilidad de decidir qué hacer con un primer sueldo.
“No lo entiendes mamá”, dijo, con lágrimas llenando sus ojos. “Los niños están muriendo simplemente por no tener agua limpia!”
Su madre, aceptó el reto, a sabiendas de la escasez de constancia en un niño de su edad. Ryan aspiró, limpió las ventanas y con mucha determinación, trabajó pacientemente y ahorró cada moneda dentro de una lata vieja de galletas. Su madre, cómplice del juego que no del propósito, le anticipaba las monedas ganadas en tarea. Sus dos hermanos se implicaron en el proyecto pero pronto claudicaron ante tanta bendita tozudez. Ryan hizo todas las tareas que le permitía su corta estatura desde enero de 1998 hasta finales de abril.
Susan acompañó entonces a su hijo a la oficina de la Watercan para entregar sus ahorros. La directora ejecutiva Nicole Bosley explicó al encorbatado niño que con 70 dólares solamente se puede adquirir una bomba de mano. Para perforar un pozo se necesitarían unos 2.000. A lo que Ryan contestó:
¿Tendré que hacer más quehaceres entonces?
Nicole Bosley, nuestra segunda cautiva del ‘Ripple Effect’, convenció a sus superiores y a la Agencia de Desarrollo Internacional de Canadá para pagar la factura del pozo a medias con Ryan. Lo que dejaba la cifra en 700 dólares de ‘trabajos forzados’ en el hogar de los Hreljac. Una familia de clase media-baja con recursos económicos limitados.
Inmediatamente la onda del ‘Ripple Effect’ se propagó por la comunidad y vecindad de Ryan quien no tardó en recolectar el dinero suficiente para la inversión de su primer pozo. La Watercan concedió entonces una entrevista a Ryan con Gizaw Shibru, el director para Uganda de todos sus programas de acción. Ambos eligieron la escuela de Angolo en Otwal como el destino del pozo, una localidad al norte del país azotada por el SIDA y la sequía donde 1 de cada 5 niños moría antes de cumplir la edad de Ryan.
Pero la ambición de Ryan no quedó a expensas de las voluntades adultas. Cuando se enteró que los pozos se perforaban a mano transformó su renovada obsesión en una nueva onda cautivadora en busca de los 25.000 dólares que costaba un taladro móvil. Su madre atrapada entre el orgullo y la devoción consiguió una entrevista a través de su amigo periodista Puddicombe Derek para el periódico ‘Ottawa Citizen‘ que desembocó en un documental para la TV y la llegada de cheques y donaciones desde todos los puntos del país.
Mientras, en su clase, la profesora Nancy inició un intercambio de cartas con los alumnos de la escuela de Uganda:
…Querido Ryan, me llamo Akana Jimmy. Tengo 8 años. Me gusta el fútbol. Nuestra casa está hecha de hierba. ¿Cómo son en los EEUU? Tu amigo, Akana Jimmy.
Ryan contestó con:
…Querido Jimmy, Debe ser fantástico tener una casa hecha de hierba. Tengo 8 años. ¿Bebes agua de mi pozo todos los días? ¿Cuál es tu materia preferida en la escuela? Iré a Uganda cuando tenga 12 años. Mi casa está hecha de ladrillos [...] Escríbeme pronto. Tu amigo Ryan.
La carta adjuntaba una fotografía de Jimmy. Un estudiante con una historia también cautivadora que había logrado escapar de las garras del Ejército de Resistencia del Señor o LRA. Durante semanas Ryan adoptó como suya la imagen de su nuevo amigo. ¿Podría reunirme con él? se preguntaba. Susan y su marido pensaron que quizás, algún día, podría permitirse un viaje. Tal vez cuando Ryan cumpliera los 12. Pero Ryan no podría esperar tanto. Pronto, el efecto rebote de la siguiente onda atrajo a un adinerado ejecutivo del barrio que donó a los Hreljac su tarjeta de puntos aéreos, recolectados en sus infinitos viajes, lo que permitió a Ryan viajar a conocer a su nueva alma gemela.
En el mes de julio de 2000 Ryan llegó a la ciudad de Otwal acompañado de sus padres. 5.000 niños le esperaban coreando su nombre.
“¡Saben mi nombre!!”, dijo asombrado. “Todos los que viven a 100 kilómetros saben tu nombre, Ryan dijo Gizaw Shibru.
Al final del pasillo humano le esperaba su amigo Jimmy. Éste agarró de la mano a Ryan y se lo llevó a ’su’ pozo para que pudiera cortar la cinta.
Inauguraba entonces el primero de los 432 pozos que a través de 15 países (fundamentalmente en África) ha perforado con las inversiones de su Fundación.

 


Repercusión Mundial
 
Desde que aquel primer pozo se perforó en Uganda en 1999, RyansWell.ca tiene, con el apoyo de organizaciones tales como WaterCan, CPAR, CIDA (Agencia Canadiense Internacional de Desarrollo), y Liberen a los Niños, reunidos fondos por cerca de $800,000 para proveer de agua pura a la gente de África. De acuerdo con su madre, Susana, muchos otros han ayudado a lo largo del camino, incluyendo su escuela Santa Cruz, Niños del Milenio, UNICEF, Rotary, la Organización Mundial de la Salud, Mundo Internacional de Niños y Agua Pura.
En los pasados 18 meses Ryan ha viajado a través de Canadá, Australia, Sudáfrica, Los Estados Unidos, China, Japón e Italia para motivar e inspirar a otros a expandir su “dandelion (Diente de León) de esperanza”. El próximo mes, Ryan será el orador principal junto con David Suzuki, (el galardonado científico medioambientalista y divulgador de la obra) en el Canwell 2004, la convención (realizada cada 2 años) y conferencia sobre los mantos subterráneos acuíferos en Vancouver, Canadá.

La Fundación del Pozo de Ryan ha apoyado proyectos de agua y sanidad que han sido concluidos o están en proceso en Uganda, Malawi, Nigeria, Kenya, Etiopía y Tanzania. Ryan ha conocido a mucha gente famosa de todo el mundo y ha sido incluso bendecido por el Papa pero él insiste en que es “tan sólo un chico normal”. Su madre, Susana, comenta: Ryan trata a todo el que conoce de la misma forma. En su corazón todos hacemos una diferencia tanto si somos Primeros Ministros, ayudantes de estaciones de gasolineras o estudiantes de séptimo grado. Él cree de corazón que una niña de 5 años de edad de la Florida quien le mandó 5 centavos por realizar tareas de casa es tan importante como la del hombre de Dubai quien le envió 5,000 Dólares.”
Entrevista de la Web Miheroe.org a Ryan
Slater, la joven reportera de 11 años de edad de Mi Héroe, entrevistó Ryan.
Mi Héroe: “¿Qué te hizo, a pesar de tener 6 años de edad, sentir que tenías que ayudar a la gente de África?”.
Ryan: “Cuando supe que había gente muriendo en el mundo porque no tenían agua potable, no lo pude creer! Yo doy 9 pasos y ahí la tengo. Agua pura justo a mi servicio. Algunas personas en África tienen que caminar por 5 millas para conseguir agua limpia. Mi nuevo hermano, Jimmy Akana, solía vivir en Uganda. Él me dijo que tendría que levantarse a las 12 de la noche y caminar por 5 millas para conseguir agua para su tío. Luego, caminaba 5 millas de regreso. ¡Hacia esto 3 veces antes de ir a la escuela!”.

Mi Héroe: ¿Qué has aprendido de la gente de África?

Ryan: “Aprendí que todos somos iguales. Cuando fui a Uganda, pedí poder ir a la escuela por un día. La pasé muy bien y también me divertí mucho jugando fútbol. Los niños en Uganda son niños comunes y corrientes. Son desafortunados por haber nacido en un país que no tiene tanta agua potable como la tenemos en Norte América”.
“He aprendido que cada niño necesita ciertas cosas para poder estar sanos y felices, sin importar dónde vivan. Los niños necesitan agua limpia y sanidad. Necesitan suficientes alimentos para comer, necesitan poder ser capaces de asistir a la escuela y necesitan una oportunidad para jugar y divertirse. De esa manera ellos también podrían ayudar al mundo”.
“El mundo es como un rompecabezas inmenso y todos nosotros nos la tenemos que ingeniar para darnos cuenta a qué lugar corresponde nuestra pieza de rompecabezas. Yo me di cuenta de que mi pieza encajaba con el agua pura. Sólo espero que todo el mundo sepa a qué lugar corresponde su pieza.”
Mi Héroe: ¿Si tuvieras la atención del mundo por 5 minutos, qué harías?
Ryan: “Si yo tuviera la atención del mundo por 5 minutos, le pediría a todos reflexionar sobre cuánto tenemos. En Canadá tenemos tantas cosas. Le pediría a la gente que pensara sobre lo que quieren y lo que realmente necesitan. Les pediría que compartieran tan sólo un pedacito, sin importar dónde vivan”.

Le pediría a todos que crean en sus sueños. Si lo haces, tú puedes lograr cualquier cosa.”

“A veces la gente piensa que no tienen demasiado extra para compartirlo, pero están equivocados. Te diré por qué. Los chicos de la Escuela Primaria Angolo, en Uganda (Allí es donde se encuentra mi primer pozo) decidieron, después de que los visitara, que ellos también podían compartir. Ellos me dijeron que iban a hacer como yo y marcar la diferencia. Éstos niños no tenían nada, pero ellos decidieron que iban a invertir 5 días fuera del período escolar para ejercer un voluntariado, ayudando a los ancianos o gente que tiene sida y otras cosas más”.
Llamaría la atención de todos los líderes mundiales y les pediría que pensaran en TODOS en este mundo y no sólo en la gente de sus países y sus fronteras. Les pediría que hicieran lo que yo aprendí cuando estaba en kindergarten, y compartir. Les pediría también que pasaran más tiempo escuchando a los niños.”
Mi Héroe: “Tú eres un héroe para mucha gente en todo el mundo. ¿Quién es tu héroe y por qué?”
Ryan: “Mis héroes son los niños en todo el mundo quienes están trabajando para hacer la diferencia a pesar de que existen infinidad de adultos quienes no siempre los escuchan y que no piensan que ellos lo pueden lograr pero ellos pueden ¡y eso es estupendo!”

Mi Héroe: Tú ya has logrado tanto en tu corta vida, ¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Ryan: “Cuando sea grande, quiero ser un ingeniero hidráulico y realizar mi trabajo en África, y quiero que todo el mundo tenga acceso al agua potable”.

Mi Héroe: ¿De qué forma podrían los niños involucrarse contigo en la perforación de pozos?

Ryan: “Los niños podrían recabar fondos para proyectos referentes al agua. Cuando se trata de construir un pozo, el costo puede variar dependiendo de qué región de África se trate: las condiciones de la tierra, la profundidad del pozo, el equipo y disponibilidad de trabajadores capacitados. También hemos aprendido que construir un pozo es tan sólo un paso en el proceso de proveer de agua potable. Existen otros costos como por ejemplo entrenar a individuos de la localidad en el mantenimiento del pozo y enseñarles sobre los procesos sanitarios adecuados para garantizar que el pozo es un éxito”.
“Si lo niños quieren realizar colectas de dinero y necesitan de algunas ideas, tú puedes lavar un carro, realizar una venta de panes, una venta de artículos de casa que no necesites o vender agua embotellada. Algunas escuelas están realizando lo que yo hice y realizan tareas extra para conseguir el propósito de la escuela de construir un pozo. Si cada estudiante de colegio ahorrara $1 por semana por 10 semanas, y existieran 100 personas en el colegio, entonces eso representaría ¡$1,000!!! Algunos estudiantes donan parte de su dinero obtenido por cuidar niños o recogen basura en el vecindario. El canadiense promedio utiliza cerca de 343 litros de agua por persona y la gente promedio de los Estados Unidos utiliza 555 litros, o 147 galones. En Uganda, la gente promedio utiliza menos de 10 litros. Algunos niños en Canadá venden camisetas o agua embotellada con un estampado de 343 vs.10 en sus camisetas para decirles a la gente que necesitamos ahorrar más agua”.

Mi Héroe: ¿Cómo te diviertes?

Ryan: “Paso la mitad de mi tiempo brindando ayuda al mundo y la otra mitad siendo niño. Participo en el equipo de basket-ball de mi escuela y también juego en un equipo de hockey sobre hielo. Me gustan los juegos de computadora y me gusta leer y jugar ajedrez. ¡Oh! Me encanta reír. Veo mucho a los Sympson's.

www.miheroe.org

 

 

 

 

 

 

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